El plato conocido como caracoles 'chupaeros' es una comida murciana típica del Campo de Cartagena y de la comarca de la Vega Alta, especialmente del Municipio de Cieza, donde es costumbre tomarlos en verano, ya que es en esta estación del año es cuando los caracoles salen a alimentarse en la huerta y son capturados y aprovechados como alimento, nos explican desde Región de Murcia.
El curioso nombre que adoptan de 'chupaeros' se debe a que se toman sorbiéndolos directamente desde la concha del propio caracol. Estos moluscos son muy apreciados en Cieza y constituyen un ingrediente imprescindible de los menús de verano en los distintos bares y restaurantes de la localidad.
El origen de la receta de los caracoles 'chupaeros' en salsa no se sabe con certeza, pues los ancianos más longevos de esta ciudad recuerdan que sus madres y abuelas ya preparaban este plato en sus casas y que en las antiguas tabernas de la localidad también formaba parte del menú.
Actualmente este plato forma parte de los tradicionales guisos de verano, frecuentes en todos los bares del municipio en cuanto llega el calor, y a veces también se sirven como tapa.
Ingredientes:
- 500 g. de caracoles de campo
- 1 tomate maduro
- 1 pimiento verde
- 1 ramillete de perejil
- Comino en grano, 1 cucharilla
- Almendras crudas, un buen puñado
- 2 cayenas
- Sal
- Aceite de oliva
Elaboración
A la hora de preparar este plato de los caracoles 'chupaeros' se deben tener, antes de nada, los caracoles en ayunas entre tres y cuatro días, para posteriormente lavarlos con abundante agua y sal varias veces para que suelten toda la baba.
Seguidamente, para la elaboración de este guiso se deben cocer los caracoles en una olla con pimiento, tomate, sal y aceite de oliva durante un tiempo de entre 45 y 50 minutos, retirando la espuma que se genera al hervir.
En un bol aparte, se hierven durante diez minutos en pimiento verde y durante cinco minutos el tomate, enteros.
Los sacamos, dejamos enfriar ligeramente antes de pelar el tomate y retirar las semillas al pimiento verde.
El toque maestro para que este plato triunfe está en la elaboración del llamado 'picadillo'. En un mortero se colocan el tomate y el pimiento, junto con un poco de comino, perejil, algunas almendras y un poco de sal. Se tritura todo hasta que quede picado menudo.
Se añade este picadillo a la olla de los caracoles, junto con las cayenas. Hemos puesto dos, aunque esto irá en función del gusto por el picante de cada comensal. Se rectifica de sal y se deja a fuego lento unos 15 minutos.
Conviene tener cuidado porque mucho tiempo en el fuego hará que el caracol se consuma y no quede en condiciones óptimas, ya que este debe tener prácticamente el mismo grosor que cuando estaban vivos.
Los caracoles 'chupaeros' han de servirse calientes en la mesa, en una cazuela de barro por comensal y acompañados de un chorro de limón.