De entre todas las técnicas, dietas y regímenes que hay disponibles en el mercado para perder o mantener un peso saludable, muy pocos disfrutan del beneplácito de los expertos, ya sea por poner en riesgo la salud del individuo, ser demasiado restrictivos o incluso motivar el temido efecto rebote. Sin embargo, también existe un pequeño grupo de afortunados que cumplen lo que prometen y, sobre todo, enseñan a seguir una alimentación sana, variada y equilibrada, el auténtico truco para lucir una figura envidiable.
Quizás no hayas oído hablar de él, pero el método del plato es uno de los más sencillos y populares. Fue creado por la Escuela de Salud Pública de Harvard y consiste en dividir el recipiente sobre el que comes (normalmente un plato) en diferentes secciones, que corresponden a las proporciones saludables de los grupos de alimentos que deben primar en cualquier dieta: las verduras, las frutas, los cereales integrales y las proteínas, por ejemplo.
Además de esta distribución, que analizaremos en profundidad más adelante, el método del plato también incluye algunas pautas dietéticas que es preciso cumplir como, por ejemplo, limitar las carnes grasas y procesadas, usar solo aceites saludables, escoger frutas y verduras de colores variados o dar prioridad a los alimentos ricos en antioxidantes. Y no te olvides de los dos litros de agua al día, de eliminar las bebidas azucaradas y reducir la presencia de productos lácteos.
A continuación, una vez hayas interiorizado todas estas "normas", es hora de entrar en materia. Para ello, debes coger un plato de tamaño estándar, es decir, que ronde los 23 centímetros de diámetro. Esta será tu principal herramienta, la cual deberás dividir con una línea imaginaria según las proporciones que defiende este método. ¿Cuáles son?