El aporte saludable que nos dan muchos alimentos se encuentra en los nutrientes que forman parte de su composición. Sin embargo, igual no sabías que a la hora de cocinar algunos de esos poderosos ingredientes naturales se transforman o bien se pierden; con lo que de esta manera, nuestra salud también pierde ya que no podemos aprovecharnos de sus bondades.
Pero esto tiene fácil solución, ya que te enseñaremos los métodos de cocción más adecuados en cada caso; además de desterrar aquellos métodos menos recomendables para nuestra salud. Algo esencial cuando hablamos de personas mayores que se sientan a la mesa.
Cuando estamos elaborando una receta, en la mayoría de los casos pasamos esos alimentos por diversos métodos, desde la clásica sartén con aceite, hasta el vapor, el horno, la olla de cocción lenta, el marinado o incluso el frío. De esta manera, estos productos crudos se transforman no solo físicamente adoptando otro volumen y textura, sino que en algunos casos se eliminan sustancias tóxicas (sobre todo por el efecto del calor) o se mejora la seguridad alimentaria de esos alimentos al pasarlos por diversos medios de cocinado.
En el caso de los nutrientes, las variaciones dependen de esa forma de cocción y de ese tipo de elemento. Así, por ejemplo, los carbohidratos apenas cambian su forma y composición cuando se someten a un cocinado; las grasas aumentan su "peligrosidad" cuando se opta por el clásico frito en la sartén y las proteínas (por ejemplo de la carne o de la legumbre) se vuelven más digestivas cuando se cocinan.
Pero, por su parte, las vitaminas y los minerales son los que más pierden en la cocina. En este último caso, cuando cocemos un alimento rico en minerales, si lo hacemos durante mucho tiempo, el agua de la cocción acaba por disolverlos como le ocurre a las vitaminas hidrosolubles (como es el caso de la vitamina C).
Por ello, expertos de la Universidad de El Cairo (@CairoUniv) hicieron un estudio al respecto y descubrieron que para comer de una forma más sana y aprovechar para el organismo esa bomba de salud, los mejores métodos frente a los fogones pasan por emplear el vapor, el salteado a una alta temperatura y con una mínima gota de aceite y el microondas. Sí, pese a que pueda parecer lo contrario, el uso de este práctico electrodoméstico mantiene los nutrientes casi intactos ya que apenas están unos minutos dentro mientras se hacen.
Pero vamos a detenernos en cada una de esas formas a la hora de hacer la comida para descubrir sus secretos:
Teniendo claro todo lo anterior, si lo que queremos es preparar verduras para que guarden todos sus aportes, lo mejor es hacerlas asadas al horno, al vapor, braseadas, salteadas, en el microondas o blanqueadas en agua hirviendo a un máximo de 3 minutos para que esos nutrientes no se pierdan en ese elemento líquido.
Si lo que te interesa es preparar una saludable receta de pescado, nada como emplear el horno o la plancha (con poco aceite, eso sí) o incluso el vapor (se coloca ese pescado sobre una rejilla mientras el vapor que sale del agua hirviendo que está por debajo va haciendo todo el trabajo). Y si hoy te apetece comer algo de carne, evita los cocinados demasiado grasos tirando de sartén y hazlo asado, salteado o dando vida a un nutritivo y rico guiso de los de toda la vida. Preparación a la que además, puedes añadir un puñado de legumbres para que resulte un plato único muy completo y saludable.
Al contrario, evita todo aquello que sea abusar de los fritos y elaborados ya que tienen una alta concentración de grasas.
Pero, además de encontrar la preparación perfecta según el tipo de plato o alimento que vayamos a preparar, no viene tampoco mal tomar nota de estos otros consejos prácticos a la hora de estar en la cocina: