Victoria Herrero
Avances
Animales robóticos para el tratamiento del alzhéimer
Victoria Herrero
Viernes 22 de noviembre de 2019
ACTUALIZADO : Viernes 22 de noviembre de 2019 a las 6:22 H
3 minutos
Estas mascotas ayudan a los pacientes a mejorar sus niveles de estrés, ansiedad o depresión
Si nuestro protagonista es un robot, es muy habitual que su origen esté en Japón. Y es que el país nipón fue pionero en la aplicación de esta terapia, con mascotas robóticas, como parte del tratamiento con pacientes que sufren alzhéimer. Un programa de ayuda a las personas con enfermedades neurodegenerativas que se ha probado con éxito en algunos centros especializados de nuestro país. Como respaldan estos expertos, el contacto y la interacción de estas personas con peluches autómatas hace que experimenten una mejoría en sus niveles de estrés, ansiedad o depresión.
No son animales de verdad. Pero poco importa si de lo que se trata es de servir como terapia efectiva y afectiva para estos pacientes. Así, gracias a sus caricias, estas mascotas se mueven y emiten sonidos –casi como los de un animal de verdad– a modo de respuesta a ese contacto físico que reciben por parte de los humanos. De esta manera, y con sesiones de 20 minutos tres veces a la semana, interactuar con estos robots ayuda a ejercitar y mantener la concentración, además de ralentizar el deterioro cognitivo. Y hay más, suponen un bálsamo para curar la soledad que sufren muchas de estas personas aquejadas de la enfermedad de alzhéimer.
De ahí que supongan un importante ejemplo de cómo las innovaciones tecnológicas se unen a la medicina para lograr terapias que mejoran la calidad de vida de estos pacientes con trastornos cognitivos.
Sobre la enfermedad de Alzheimer
El hecho de que los robots se centren en esta enfermedad se debe a que supone la causa de demencia más común. Alrededor de un 70% de las personas que sufren algún tipo de demencia es debido a este trastorno neurodegenerativo.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), en nuestro país unas 800.000 personas padecen alzheimer. Eso sin contar con otro 30 o 40% de casos que no están todavía diagnosticados. Ese porcentaje se incrementa hasta el 80% en el caso de las personas que sufren este trastorno cognitivo en estadios aún muy leves. "Debido a que los síntomas iniciales de la enfermedad son a veces difíciles de distinguir de los olvidos cotidianos, es una enfermedad infradiagnosticada", apuntan desde la SEN.
“Aunque la enfermedad no tenga cura, existen tratamientos que, al menos por un tiempo, consiguen detener o ralentizar la progresión de la enfermedad. Por lo tanto, un tratamiento precoz permitiría estabilizar al paciente en las fases más leves de la enfermedad y retrasar la evolución unos años, lo cual es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes”, recuerdan los expertos.