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Ejercicios para prevenir y reducir las varices en personas mayores

Victoria Herrero

Foto: Europa Press

Lunes 17 de febrero de 2020

ACTUALIZADO : Lunes 17 de febrero de 2020 a las 6:34 H

3 minutos

Es importante llevar una vida activa, una alimentación saludable y utilizar calzado cómodo

Tromboflebitis trombosis
Victoria Herrero

Foto: Europa Press

Lunes 17 de febrero de 2020

3 minutos

Cuando hablamos de varices nos estamos refiriendo a esas dilataciones venosas que impiden que la sangre vuelva de forma eficaz al corazón y se acumule en esas venas. Una afección que sobre todo se produce en las piernas en la zona de la pantorrilla y cuyo riesgo de aparición es más evidente en el caso de personas que sobrepasan la barrera de los 65 años, como explican desde la Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas (@AEEVH_es).

Los hábitos saludables, aliados de las varices

Actualmente no hay ninguna solución que prevenga la aparición de las varices, pero sí que es cierto que puede resultar muy satisfactorio llevar una alimentación saludable (cuidado con la sal), evitar el sedentarismo (caminar cada día es muy positivo) o controlar el peso para que esas varices estén más controladas. Lo mismo que no estar demasiado tiempo de pie o sentado, así como usar zapatos cómodos.

Ejercicios para prevenir las varices
Óscar del Pozo/Europa Press

Además de dar paseos cada día, practicar natación o aquagym, podemos añadir toda una serie de ejercicios y movimientos de nuestras piernas que pueden ayudar a prevenir y reducir esas varices en el caso de las personas mayores: 

  • Tumbados sobre una esterilla, con la espalda bien pegada el suelo, levantamos las piernas a medio metro del suelo. Una vez en esa postura, abrimos y cerramos las piernas unas 10 veces. 
  • En la misma postura que la anterior, levantamos una pierna y hacemos giros con ella en el sentido de las agujas del reloj. Repetimos varias veces con cada una de las piernas. 
  • Ahora, sentados en una silla, intentamos coger objetos por los pies para acercarlos a las manos. También en esa postura, juntamos las piernas y, a continuación, separamos y juntamos las puntas de los pies. Repetimos este ejercicio unas 15 veces. 
  • Este ejercicio también tiene a los pies como protagonistas. Levantamos las puntas de los pies y luego el talón. Repetimos 10 veces y lo hacemos con el otro pie otra decena de veces. 
  • Tumbado de nuevo en el suelo, eleva tus piernas y empieza a pedalear como si estuvieses en una bicicleta. Hazlo de forma enérgica para, de esta manera, facilitar la circulación de la sangre. 
  • De pie podemos recorrer el pasillo de casa andando de puntillas y volvemos a recorrerlo sobre los talones. Haremos varias repeticiones en cada caso. 
  • Con este último movimiento comenzaremos de pie. Nos apoyamos sobre una pierna mientras la otra la levantamos unos centímetros del suelo y hacemos círculos en el aire. Alterna con cada pierna y no te olvides de mantener estirada la punta del pie. 

También puede formar parte de una rutina de prevención darnos duchas de agua fría sobre las piernas, levantar las piernas en alto antes de irnos a dormir (o tras un día en el que apenas nos hemos sentado) o no usar ropa demasiado ceñida

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Victoria Herrero

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