Violeta Qi
Cuídate
Estos son los 5 errores más frecuentes al usar protector solar y cómo evitarlos
Disfruta del verano sin quemarte con estos consejos para utilizar correctamente la crema solar

Cada verano, antes de exponerte al sol, consulta el comparador de la OCU para elegir el protector solar que mejor se adapte a tu tipo de piel y hábitos, o recupera esa crema del año pasado que aún está en perfecto estado ya que la tienes lista para usar, pero cuidado: usarla incorrectamente reduce su eficacia.
Apunta estos 5 errores frecuentes y aprende a evitarlos para lucir una piel sana este verano.
Limitarse a usar crema para protegerse
Creer que solo con la crema puedes tomar el sol sin límites es un error. La sobreexposición es peligrosa y el protector es solo parte de una estrategia completa que incluye: evitar las horas centrales del día, buscar sombra siempre que sea posible y utilizar ropa ligera, sombrero y gafas de sol.
Usar poca cantidad de protector
Es uno de los fallos más habituales que hacemos es aplicar menos crema de la recomendada y que equivale a menos protección. Para lograr el SPF indicado necesitas entre 30 y 40 ml por aplicación (unas 6–7 cucharillas de café). No olvides zonas como orejas, cuello, dorso de pies y manos. Sé generoso y repite con frecuencia.
Creer que "resistente al agua" significa tener la protección al sol después del baño
Water resistant o "resistente al agua" indica que el producto mantiene parte de su SPF durante un tiempo en el agua, pero no después de secarte con la toalla por lo que tras el baño (o el sudor intenso), toca volver a aplicarlo.
No repetir la aplicación con frecuencia
Ni el SPF 50 ni el 50+ protegen todo el día. El sudor, el agua y el tiempo reducen la eficacia. Por ende hay que renovar la crema cada dos horas, y siempre después de cada baño.
Pensar que por estar moreno, estás protegido
Es un mito creer que la piel bronceada no necesita protector. Cualquier fototipo corre riesgo de daño UV, desde envejecimiento precoz hasta tumores cutáneos. La melanina aporta cierta defensa, pero no basta: usa siempre protector solar, y recuerda que broncearte es compatible con un buen SPF.
En definitiva, protegerse del sol es fácil y muy eficaz, pero hazlo bien: elige calidad, aplica la cantidad adecuada, repite con frecuencia y combínalo con medidas complementarias. Cuidar tu piel es cuidar tu salud.