Las pestañas son cabellos muy finos y delicados, localizados en el párpado móvil, y que tienen una función mucho más que estética. Su misión es la de proteger los ojos de todas aquellas impurezas del exterior que puedan afectar a la salud ocular en forma de infecciones o lesiones, como recuerdan desde la Academia Americana de Oftalmología (@aao_ophth).
Al igual que otros cabellos, como los de la cabeza, las pestañas también tienen un ciclo constante de renovación que va de las seis a las diez semanas, que es cuando se desprenden. Lo normal en este caso es que la pérdida no sea de más de 5 pelos diarios, teniendo en cuenta que hay un promedio de unas 200 pestañas. Sin embargo, cuando dicho número se supera es necesario acudir al médico, ya que puede tratarse de una patología algo más seria, conocida como madarosis ciliar.
Aunque también puede deberse a la edad. Y es que a partir de los 50 años se produce una ralentización del metabolismo y eso puede hacer que haya un desequilibrio en el organismo que también afecte a las pestañas. Como consecuencia, el número de folículos es menor y el pelo crece, pero de una forma mucho más pausada. Eso por no hablar del que se cae irremediablemente, siempre en mayor cantidad que aquellos que nacen.
Sin embargo, descartado este origen, es importante que el especialista haga una revisión en profundidad y determine las causas de este problema de salud, que pueden ser muchas y muy dispares entre sí.
En la actualidad, existe la opción de realizar un implante de pestañas, como explican desde la clínica Corporación Capilar (@CCapilar), aconsejado para aquellas personas (también mayores) que ya han perdido la mayor parte del pelo de la zona. Lo que se hace en este caso es extraer folículos de otras partes del cuero cabelludo, que luego son injertados en la zona que se va a repoblar. En la mayoría de los casos, se llega el centenar de nuevos cabellos.
Aparte, existen productos específicos que se pueden aplicar a modo preventivo para engrosar, alargar, espesar y mantener en buen estado las pestañas, evitando esa caída. Lo que se persigue con la mayoría de esta soluciones es estimular el folículo piloso, haciendo que el vello vuelva a crecer de nuevo y se fortalezca el que todavía se mantiene en pie.
Eso sí, como recomiendan estos expertos, para que el pelo nazca de forma natural de nuevo es importante seguir dichos tratamientos de forma regular y constante. En este sentido, puede ayudar el hecho de optar por algunos remedios naturales que pueden frenar el desprendimiento de las pestañas, además de cuidarlas. Es el caso de las cápsulas de vitamina E, sobre todo para paliar las reacciones nocivas de ciertos maquillajes, o la aplicación de aceite de ricino para tener un pelo sano y fuerte, o aceite de oliva o de almendras para minimizar su pérdida.
Además de estos tratamientos y consejos, parte de las medidas preventivas pasan por cuidar esta parte tan delicada del rostro. Así, es importante seguir un buen hábito de limpieza de forma diaria con jabones y lociones especiales para proteger las pestañas. Por lo tanto, nada de productos agresivos que puedan dañar su capa natural y las deje demasiado secas.
La alimentación también puede influir a la hora de tenerlas más bellas y cuidadas. Un menú semanal donde no deben faltar las proteínas, los minerales como el hierro, las frutas y los vegetales frescos.