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El uso de algunas cremas y cosméticos podría causar lesiones cutáneas, según un estudio

Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Sábado 18 de enero de 2020

7 minutos

Las reacciones químicas de algunos compuestos pueden estar detrás de una dermatitis alérgica

Cuidado con el uso de algunas cremas y cosméticos: podrían provocar erupciones y lesiones cutáneas
Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Sábado 18 de enero de 2020

7 minutos

No todos los productos cosméticos del mercado, especialmente en lo que se refiere a las cremas para el rostro, sirven para todo tipo de pieles. Además de escoger aquellos que resulten más adecuados para nuestra dermis, que puede ser mixta, grasa o seca, debemos tener cierto cuidado ya que pueden ser dañinos para la tez.

El motivo es que algunos de los componentes químicos que se usan en la formulación de estas mezclas desplazan las grasas naturales de las células de la piel. Es entonces cuando se pueden dar algunos casos de erupciones cutáneas, como una dermatitis alérgica de contacto

Las conclusiones de un estudio

Esto es lo que asegura una investigación conjunta realizada entre la Universidad de Columbia (@Columbia), el Hospital Brigham and Women's (@BrighamWomens) y la Universidad de Monash (@MonashUni). Así, en este informe se detalla que esa alteración puede servir para explicar los ingredientes comunes que intervienen en ella y que, como consecuencia, desencadenan unos efectos negativos en nuestra piel.

Es el caso de los dos elementos más comunes en este tipo de cosméticos: el bálsamo del Perú y el farneso. El primero se suele encontrar en lociones bronceadoras, acondicionadores para el cabello o incluso en repelentes de insectos; mientras que el segundo se usa en las cremas que sirven para suavizar las arrugas del rostro. 

Lo que sucede, como comentan estos expertos, es que la reacción comienza cuando unas células del sistema inmune, llamadas T, se ponen en alerta ante ese químico que les resulta extraño. Lo normal sería que los compuestos artificiales más pequeños se uniesen a una proteína más grande para ser reconocidos por esas células. Sin embargo, esto no ocurre en algunas ocasiones y es cuando provocan esa reacción alérgica en el cuerpo. Esta es la causa y la idea central que se intenta descifrar con este estudio.

Pero por ahora se trata de una conclusión inicial y es pronto para extrapolarla a casos reales de personas con este tipo de erupciones cutáneas. Es algo que se ha comprobado empleando células humanas obtenidas de cultivos de tejidos, que quieren trasladar posteriormente a pacientes para ver si se observan los mismos resultados.

Mientras tanto, los investigadores ya plantean la posibilidad de que esa dermatitis alérgica de contacto se pueda detener si se aplican "grasas competitivas a la piel" para, de esta manera, desplazar a las que desencadenan esa reacción inmune. 

Cuidado con el uso de algunas cremas y cosméticos: podrían provocar erupciones y lesiones cutáneas

¿Cómo tratar la piel ante una reacción alérgica?

Tras comprar un nuevo cosmético, podemos darnos cuenta de que la piel del rostro está irritada y presenta algo de enrojecimiento. Incluso, en ocasiones, esas molestias vienen acompañadas de un picor que nos incita a rascarnos sin parar. Un gesto involuntario por el que enseguida aparecerá una erupción cutánea. Sufrimos lo que podría considerarse una reacción alérgica en nuestra dermis, es decir, algunos de los componentes de estos productos faciales nos han provocado ese efecto secundario y nuestro cutis se defiende mediante dicha inflamación para evitar que ese principio activo se absorba y cause más daño.

Cuando esto ocurre, y para devolver a nuestro rostro su estado natural, nada como los siguientes consejos. Si lo hacemos como es debido, en menos de un mes no habrá ni rastro de esas erupciones cutáneas. De lo contrario, la dermatitis de contacto puede desencadenar una infección mayor. ¿Cómo? Rascándonos sin cesar en la zona afectada. Esto hace que esa parte de la dermis se empiece a humedecer y supure y, como consecuencia, se convierta en el entorno perfecto para que las bacterias y los hongos se multipliquen y crezcan, provocando una situación más seria.

Así pues, lo primero que debemos hacer es acudir al dermatólogo para que nos examine y pueda determinar el alérgeno que ha desencadenado este problema. Normalmente, habrá sido por un producto nuevo que nos hayamos aplicado en las últimas 24 horas. Teniendo esto claro, lo primero es no volver a echarnos esa crema y, a continuación, iniciar el tratamiento adecuado en cada caso. Además, a esto puede sumarse una prescripción farmacológica que se basará en medicamentos antiinflamatorios, antihistamínicos o con corticoesteroides.

Cuidado con el uso de ciertas cremas y cosméticos: podrían provocar erupciones y lesiones cutáneas

Mientras tanto, el médico nos pedirá que vigilemos que esos síntomas se van reduciendo y que no vayan a más, es decir, que no se extiendan al cuello, la zona del escote o el cuero cabelludo. Además de esos medicamentos que debemos tomar, es bueno que sigamos otro tipo de pautas terapéuticas para bajar la hinchazón o el molesto picor. Por eso, el doctor puede recomendarnos que apliquemos frío en la zona afectada o usemos productos de origen natural y vegetal a base de manzanilla, aloe vera o romero. Conviene, además, tener muy bien hidratada la piel esos días, para eso elegiremos humectantes con función calmante.

Por último y a modo preventivo, para evitar que vuelva a suceder, es bueno que tengamos siempre presentes estas medidas higiénicas, sobre todo en relación con nuestras manos. Y es que esta erupción cutánea es fácil que se extienda al tocarnos en otras partes del cuerpo o al coger un objeto.

  • Cuando nos lavemos las manos, procuraremos usar agua templada y jabones que no tengan perfume. 
  • A continuación, es clave secarnos concienzudamente, sobre todo entre los dedos. 
  • Debemos tener especial cuidado cuando manipulemos todo aquello que nos pueda irritar, como productos de limpieza agresivos, disolventes o artículos cosméticos. Si no queda más remedio, una buena idea es protegernos con unos guantes de plástico fino y de un solo uso. 

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Victoria Herrero

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