La Fundación Piel Sana (@pielsana_aedv) lo deja claro: nuestro pelo también sufre en verano. Cada vez somos más conscientes de la necesidad de utilizar cosméticos específicos y con factores de protección idóneos según nuestro tipo de piel, pero no solemos tomar medidas similares cuando se trata del pelo y del cuero cabelludo. Los rayos UVA también los dañan de manera importante, al igual que el salitre marino y los productos químicos que requiere el mantenimiento de una piscina. Entonces, ¿cómo puedes protegerlo en verano?
Tras unas semanas disfrutando del sol y del mar, el cabello sin la debida protección se deteriora de forma evidente. Los rayos ultravioleta producen una ligera decoloración que, poco a poco, resulta apreciable, sobre todo en el caso del cabello teñido. Además de una cuestión de estética, se trata de la salud de las fibras capilares y del cuidado de la delicada piel del cuero cabelludo.
El sol, el agua salada y el cloro de las piscinas acaban deteriorando la capa externa de queratina de las fibras, haciendo que el pelo se vuelva más seco y quebradizo.
También el cuero cabelludo sufre y puede llegar a presentar irritación o quemaduras, exactamente igual que las que puede haber en el resto de la piel si no se han tomado medidas para protegerla. En el caso de las zonas poco pobladas o con alopecia, hay que extremar las precauciones.
Inflamación de los folículos pilosos, picores y dermatitis provocadas por el aumento de la sudoración y la producción de sebo son algunas de las afecciones que pueden aparecer en un cuero cabelludo castigado por el sol. Para evitar todas estas situaciones, hay sencillos remedios que es importante poner en práctica.