Nada bueno trae, eso no es un secreto. Hablamos de la contaminación en la que vivimos actualmente, sobre todo en las ciudades, y que afecta especialmente a la salud de las personas. Y es que no son broma las cifras que maneja en este sentido la Organización Mundial de la Salud (@OMS_es), que asegura que la polución afecta a 9 de cada 10 personas en todo el mundo y tiene importantes consecuencias para la salud.
En este caso, nos fijaremos en lo pernicioso que resulta para la salud ocular, con más incidencia en el colectivo de las personas mayores. Como explican los doctores del Instituto de Microcirugía Ocular (@imobarcelona), hablamos de un factor de riesgo que hace que los ojos se irriten, se inflamen o se desarrollen ciertas patologías de la vista, como la queratitis o la conjuntivitis.
Y todo como consecuencia de esa contaminación del aire debido a la incorporación a la atmósfera de gases tóxicos, que hacen que se transforme la composición natural del aire al que estamos expuestos y también nuestros ojos.
Agentes perjudiciales como el dióxido de azufre, el ozono o el dióxido de nitrógeno que salen, sobre todo, de los tubos de escape de los coches y que se unen para destruir la capa de ozono. Como consecuencia, la radiación solar es más intensa, lo que afecta a la salud de nuestros ojos.
Como explican estos expertos, el ojo seco es una de las principales patologías que se desprende de los efectos nocivos de la contaminación ambiental a la que estamos sometidos. Una dolencia que afecta al 30% de la población y en la que influyen factores como la polución presente en el aire que respiramos y que también "toca" nuestros ojos.
“La superficie ocular está constantemente expuesta al exterior, por lo que no es inmune a los componentes tóxicos que están presentes en ambientes contaminados”, advierten desde esta clínica oftalmológica al tiempo que recuerdan la poca importancia que se da a la salud visual en este sentido.
Pero ahí no queda la cosa. La contaminación también es la responsable de que la película lagrimal que se encarga de nutrir y proteger el ojo vea cómo se altera su composición y empeora su calidad. Esto no solo se traduce en que aparezca la dolencia del ojo seco, como hemos explicado antes, sino que ese sucio ambiente provoca que la salud ocular de los mayores se resienta en forma de enrojecimiento, lagrimeo, sensibilidad especial a la luz, picor en los ojos o visión algo borrosa.
Y eso por no hablar de las lesiones de córnea que se pueden dar o las molestias que también padecen aquellas personas que llevan lentes de contacto y que pueden presentar cierta intolerancia a las mismas por vivir en ambientes nocivos. En este último caso, resulta obligatorio seguir unas pautas de higiene de lo más escrupulosas a la hora de manipular las lentillas para ponérnoslas o quitárnoslas del ojo.
No podemos acabar con esa contaminación de un plumazo, desgraciadamente, pero sí que se pueden seguir una serie de recomendaciones para que las personas mayores conserven una buena salud ocular, fuera de cualquier complicación por culpa de la polución. Consejos que nos dan los expertos oftalmológicos de la Clínica Baviera (@clinicabaviera). Toma nota y protege tus delicados ojos: