
¿No puedes dejar de mirar el móvil? Tienes estos rasgos psicológicos
La costumbre de revisar el móvil constantemente revela importantes patrones

Pasar una gran cantidad de horas mirando la pantalla del móvil, incluso en momentos en que tu mente debería descansar, refleja mucho sobre la forma de pensar de una persona. Este comportamiento se está volviendo cada vez más común en todas las generaciones. La tecnología ha llegado a atrapar a las personas casi sin que se den cuenta.
A menudo, lo que se ve en las pantallas ni siquiera resulta interesante. Tras tantos minutos consumiendo diferentes tipos de vídeos en redes sociales como Instagram o Facebook, el cerebro no logra procesar toda la información y simplemente deja que el contenido siga avanzando sin prestar atención a lo que se está viendo.
La necesidad de mantener el teléfono cerca se ha vuelto algo muy habitual en la sociedad moderna. En un mundo donde la conexión con otros es muy evidente, nuestro cerebro trata de desconectarse a través del móvil. La psicología asegura que, si alguna vez has sentido la necesidad de mirar tu móvil mientras esperas el autobús, durante un descanso de trabajo o antes de dormir, podrías presentar una serie de rasgos muy comunes.
Huir de nuestras mentes
Un estudio publicado en la BMC analiza los efectos de estar mirando el móvil todo el día. Según indica la investigación, el aburrimiento, la soledad, la ansiedad, el estrés y la depresión incrementan de manera significativa el deseo de usar el teléfono.
A menudo se coge el móvil simplemente para abrir y cerrar aplicaciones, ver vídeos sin interés o compartir publicaciones en redes sociales. Se trata de una adicción que no surge porque los teléfonos móviles sean irresistibles, sino porque el cerebro necesita escapar de situaciones incómodas y la mejor manera de hacerlo es desconectándose.

Dificultad para sentir con normalidad
Las personas con altos niveles de ansiedad social o estrés suelen refugiarse mirando las redes sociales para poder interactuar con otros. "Si bien esta práctica les permite estar de alguna manera conectados con más personas, a la hora de la verdad son incapaces de poder socializar con normalidad."
La conexión constante con la pantalla del móvil, con el tiempo, dificulta la interacción social, aumentando la incomodidad al intentar relacionarse con los demás. Es una de las consecuencias de perder la capacidad de estar presentes con uno mismo.
Incapacidad para concentrarse
La incertidumbre de no saber si llegó un determinado mensaje o de no estar al tanto de algo importante impulsa al cerebro a querer mirar la pantalla del móvil constantemente. Sin importar el motivo, este dispositivo se ha vuelto en una herramienta definitiva de evasión.
"No se trata solo de evadir las emociones y las relaciones sociales, sino también cualquier momento que requiera de una alta concentración". Según los psicólogos, el deseo constante de estar pendiente del móvil puede provocar lo que llaman “fuga de cerebros”. Tener el teléfono cerca limita la capacidad cognitiva y reduce la agudeza de la mente.