Teresa Rey
Preguntas
La homocisteína, un aminoácido que hay que vigilar para tener una buena salud del corazón
Está relacionada con las vitaminas B6, B12 y el ácido fólico, que se encargan de transformarla
La homocisteína es un aminoácido que se sintetiza en el organismo partiendo de otro: la metionina. Y este se obtiene por medio de la ingesta principalmente de proteínas animales. Este a su vez se sintetiza en el hígado y se transforma en dicha sustancia que además está relacionada con las vitaminas B6 y B12, y el ácido fólico, pues son los que se encargan de descomponerla y transformarla en otros elementos útiles para el organismo.
Cantidades elevadas
La cuestión es que si en el torrente sanguíneo se detectan cantidades elevadas de este aminoácido, pueden ocurrir varias cosas. Entre ellas, que tengamos carencias vitamínicas, un problema hereditario poco común, la homocistinuria, que impide que el cuerpo descomponga ciertas proteínas, o alguna enfermedad relacionada con el corazón.
Distintos estudios han demostrado que la hiperhomocisteinemia o exceso de homocisteína, constituye un riesgo de arteriosclerosis coronaria, cerebral, periférica y aórtica, al margen de otros factores de riesgo cardiovascular. Además, se incrementa cuanto mayor es su concentración. Esto es así porque a mayores niveles de la misma el riesgo de su acumulación en las arterias se eleva y por ende la posibilidad de que se produzcan coágulos en la sangre y un infarto o accidente cerebrovascular.
Deficiencias vitamínicas
Si presentamos algún problema este sentido lo más probable es que tengamos deficiencias vitamínicas. Por lo que si es así, lo normal es que nos sintamos más cansados de lo normal, con debilidad, mareos, dolor de garganta y boca, o incluso sintamos hormigueos en manos, pies, brazos o piernas, siendo esto más habitual si no tenemos cantidades suficientes de vitamina B12.
Hay que tener en cuenta que a medida que se cumplen años la presencia de este aminoácido en la sangre aumenta, y que es más común en hombres. Al mismo tiempo, el alcohol, el tabaco o incluso haber abusado de suplementos de vitamina B, pueden influir en esta alteración.
Para detectar alguna anomalía en este sentido hay una prueba específica que consiste en la extracción de una muestra de sangre de un brazo mediante una aguja pequeña. Un cambio en la dieta puede ser parte de un abordaje inicial, pero si hay otros posibles asociados, lo más probable es que no manden más pruebas.