Teresa Rey
Preguntas
Qué hago si me quedo sin voz por una inflamación de las cuerdas vocales
Hay que analizar las causas, pero para este trastorno existen tratamientos y no hay que alarmarse
La ronquera o afonía surge normalmente por una inflamación en las cuerdas vocales. Puede ser parcial o total, es decir que nos quedemos sin nada de voz. La alteración que hay en la zona impide que las cuerdas vocales puedan vibrar con normalidad. En un principio es un trastorno que puede causar cierta impresión, pero en la mayoría de los casos hay tratamiento. En cuanto nos sucede hay que consultar con el médico.
Voz ronca
Lo primero que notaremos es que la voz se torna ronca y áspera, el tono ya no es el mismo, es más bajo y además resulta entrecortado. Si empezamos a notar estos síntomas, entonces debemos analizar qué puede haber desencadenado esta afonía.
La mayoría de las veces se debe a una laringitis, que no es sino una inflamación temporal de las cuerdas vocales debido a un resfriado o a una alergia. En ambos casos existen tratamientos específicos que el médico nos pautará según el diagnóstico.
Abusar de la voz de forma indebida puede dar lugar también a una ronquera. A veces ciertas profesiones implican un sobreesfuerzo de las cuerdas vocales que genera este trastorno. En estos casos, se recomienda descansar, beber mucha agua y disminuir el uso de la voz durante un tiempo. Un logopeda puede enseñarnos a hacer un mejor uso de nuestra forma de hablar para prevenir la inflamación en la zona.
El reflujo gastroesofágico también genera ronquera debido a que el ácido del estómago sube por la garganta irrita los tejidos. En estos casos será necesario tomar medicamentos que aliviar el reflujo.
La aparición de nódulos, quistes o pólipos benignos dentro o a lo largo de las cuerdas vocales, dan lugar también a problemas de afonía. Para aliviarlos se suele recomendar reposo, alguna terapia para el habla y cirugía para extirparlos.
Otras situaciones menos comunes
Existen casos más graves, como cuando se produce una hemorragia de las cuerdas vocales. Esta se produce por una rotura espontánea en la superficie de los vasos sanguíneos. Si nos ocurre esto nos quedaremos sin voz de forma inmediata, algo por ejemplo que puede suceder si estamos gritando de manera intensa. Se soluciona con reposo absoluto.
También pueden darse parálisis de las cuerdas vocales por lesiones en la cabeza, cuello o pecho, cáncer de pulmón o de tiroides, otros tumores y trastornos neurológicos. En estas situaciones a veces es necesaria la cirugía y una terapia para recuperar el sonido del habla.
Por último es posible que se dé ronquera en patologías neurológicas que afectan a las partes del cerebro que controlan los músculos de la garganta o la laringe, así como lesiones en esta y problemas de tiroides.