¿Retrasas cada día tu alarma 10 minutos? ¡Cuidado! Podrías tener problemas de salud

Si eres de los que cada día alargas durante casi una hora el martirio de levantarse cada mañana temprano retrasando el despertador de 10 minutos en 10 minutos, debes saber que puede ser perjudicial para la salud. ¿Quieres saber por qué? En el siguiente artículo te lo contamos.

Quedarnos en la cama durante 10 minutos más después de que haya sonado la alarma es una tentación en la que muchas personas caen. Sin embargo, una vez que ha sonado la alarma y nuestro cerebro se ha despertado, por mucho que durmamos 10 minutos más esos ya no serán ni tan profundamente ni con la misma calidad como lo veníamos haciendo durante toda la noche, por lo tanto, no es igual de saludable.

En este sentido, los expertos apuntan que es igual de importante dormir la cantidad de horas necesarias como tener un suelo profundo y continuado. Por ello, si una vez que suena la alarma de tu despertador le das a retrasar y repetir varias veces durante 10 minutos puede provocar consecuencias en nuestra salud perjudicando nuestra rutina diaria. Entre ellos se encuentran la pérdida de memoria, menor capacidad de reacción, disminución de nuestro rendimiento diario, somnolencia, mal humor, sensación de cansancio o déficit de atención entre otros.

¿Cuántas veces le das a repetir?

Si solo lo haces dos veces, no es para alarmarse, está dentro del máximo que se recomienda.

Sin embargo, si es una práctica que diariamente haces por encima de ese número de veces, podrías llegar a padecer lo que se conoce como la ‘inercia del sueño’. Se trata de un trastorno que hace que la persona que lo sufre tarde mucho en conectar con la visibilidad.

¿Cómo deberíamos despertarnos?

Los expertos aconsejan no utilizar ningún tipo de aparato para despertarnos. Lo ideal sería despertarnos de manera natural gracias a nuestro reloj biológico.

Para ello, lo mejor es acostumbrar a nuestro cuerpo a acostarse y levantarse a la misma hora y descansando plenamente durante las horas que estemos dormidos.

De nada sirve acostarse y levantarse a la misma hora si durante las horas de sueño no lo hacemos correctamente, bien porque durante el día hayamos dormido la siesta, porque dejemos subida las persianas o cualquier otro factor que altere nuestro descanso.

Igualmente, el estrés o malos hábitos pueden afectar a nuestro descanso.

Además de las rutinas de los horarios, la eliminación o reducción de la siesta o el consumo de alimentos saludables, los expertos recomiendan para dormir bien:

• Evitar el consumo de ciertos productos como alcohol, tabaco o exceso de cafeína.
• Reducir el consumo de alimentos picantes, grasos o con alto contenido en azúcares.
• Practicar ejercicio, pero no antes de irnos a dormir.
• Tener una temperatura adecuada, tanto en la habitación como en el interior de la cama.

Eliminar todo ruido o luz posible.