Sociedad
El 73% de las personas mayores de 60 años presenta una baja inclusión digital
Este estudio es "la primera radiografía a nivel estatal que incluye a personas mayores de 74 años"
El 72,8% de las personas mayores de 60 años presenta una baja inclusión digital, siendo el miedo, la baja confianza o el edadismo, algunos de los principales obstáculos. Así lo revela un nuevo estudio realizado por la Fundació Ferrer i Guàrdia (@f_ferrerguardia), que presentó el pasado jueves 4 de diciembre los resultados en la jornada Envejecer en la era digital, celebrada en el Canòdrom – Ateneu d’Innovació Digital i Democràtica.
El Estudio sobre las Brechas digitales entre las personas mayores, que fue presentado por Sandra Gómez y Marta Fullola, revela también que la dependencia de un acompañante al utilizar tecnología afecta al 65,5% del colectivo, un porcentaje que aumenta hasta el 80,3% entre las personas mayores de 75 años, frente al 46% de la población general. Además, el 66% de las personas mayores muestra una autoconfianza digital baja o muy baja, y un 70% se autopercibe con un nivel de competencias básico.
Los principales obstáculos que limitan la inclusión digital son, además del acceso, el miedo (un 57,1% muestra miedo a interactuar con la tecnología), la baja confianza, el edadismo (un 24% cree que los mayores no pueden aprender y un 31% cree que ya no tiene edad para hacerlo) y la falta de formación digital, y es que, señalan, solo un 7% ha recibido recientemente formación digital. Además, el diseño poco accesible de las herramientas tecnológicas y la falta de apoyo presencial agravan las dificultades, señalan en una nota.
Según los datos de la Encuesta de Brecha Digital 2025, hay una gran diferencia entre la población general y los mayores de 60 años (casi 30 puntos porcentuales).
El estudio contó con la participación de 1.000 personas mayores de 60 años residentes en España. Se utilizó la metodología CAPI (entrevistas presenciales asistidas por ordenador) y se aplicó el Índice IDAUA.
Los datos obtenidos "desmontan la idea de que la edad es la que hace aumentar la dependencia", tal y como destaca Sandra Gómez, coordinadora de proyectos de la Fundación Ferrer i Guàrdia.
"Las personas mayores pueden y quieren participar activamente en el entorno digital, pero necesitan herramientas, formación y apoyo que les permitan hacerlo con autonomía y confianza", añade.
Los retos y oportunidades de envejecer en la era digital
La directora de la Fundació Ferrer i Guàrdia, Hungria Panadero, dio comienzo a la jornada, destacando que este estudio "es la primera radiografía a nivel estatal que incluye a personas mayores de 74 años, un grupo que es clave para entender la inclusión digital y que habitualmente se encuentra ausente en las estadísticas oficiales".
En la jornada se abordaron los retos y oportunidades de envejecer en la era digital, y para ello se contó con la participación de diferentes expertos, como Vânia de la Fuente, médico, antropóloga y experta en longevidad, envejecimiento saludable y edadismo, que abordó el edadismo y la brecha digital, negando que exista una incapacidad digital asociada a la edad e insistiendo en que es necesaria la acción social y políticas públicas para conseguir la inclusión digital.
Seguidamente, tuvo lugar una mesa redonda en la que participaron expertos en educación, gerontología e innovación social, como la doctora Mar Beneyto; la gerontología, Sergi Arenas; la responsable del Proyecto SeniorLab del Citiliab de Cornellà, Laia Sánchez; y Verónica Rodríguez, de AUPEX.
Todos ellos analizaron los factores que limitan la inclusión digital de las personas mayores y manifestaron que la brecha digital es un fenómeno multifactorial, siendo la edad un aspecto que, aunque influye, no es el único determinante. Han concluido en que la inclusión digital solo será posible si se acaba con los estereotipos edadistas, se mejora el diseño de las políticas públicas, se refuerzan los espacios comunitarios y se garantiza formación continuada.
Decálogo de recomendaciones
Durante la jornada también se presentó un decálogo de recomendaciones para combatir la exclusión digital de las personas mayores:
- Garantizar un acceso digital equitativo como derecho básico.
- Diseñar entornos digitales accesibles, usables y pensados para la diversidad.
- Combatir el edadismo digital y su impacto en la autoestima.
- Ofrecer formación digital continuada, contextualizada y pedagógicamente cuidada.
- Promover modelos de acompañamiento digital que generen autonomía, no dependencia.
- Desarrollar políticas públicas sensibles al territorio y a las desigualdades estructurales.
- Asegurar una red estable de puntos de atención y acompañamiento presenciales.
- Fortalecer la seguridad digital como eje central de la inclusión.
- Visibilizar la diversidad de las personas mayores en la cultura digital.
- Adoptar un enfoque feminista e interseccional en la inclusión digital.
