Sociedad

Ana, de 107 años, ha sobrevivido a dos pandemias: el coronavirus y la gripe española de 1918

65ymás

Foto: CharryTV Ronda

Viernes 24 de abril de 2020

4 minutos

Esta malagueña ha dado negativo por primera vez en su tercer test y su mejoría es "increíble"

Ana, de 107 años, ha sobrevivido a dos pandemias: el coronavirus y la gripe española de 1918
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Foto: CharryTV Ronda

Viernes 24 de abril de 2020

4 minutos

Ana del Valle tiene 107 años, es de Ronda (Málaga) y puede presumir de haber sobrevivido a las dos pandemias más letales de la historia reciente de España y de otros muchos países del mundo. Esta mujer, que también ha vivido una guerra civil y dos mundiales, acaba de vencer al coronavirus y, mucho antes, en 1918, también superó la mal llamada gripe española. Además, fue evacuada de su residencia de mayores cuando el coronavirus se cebó con los residentes y, por si fuera poco, su autobús fue apedreado cuando llegó a La Línea de la Concepción (Cádiz), donde ahora ha dado negativo.

"Era una mujer de campo y nos contaba que, por aquella época, en su casa estaba todo el mundo malo. Además, no tenían leche, ni alimentos, así que ella, siendo muy pequeña, salió del cortijo en el que vivía para buscar leche en el cortijo más cercano. Pero se cayó debajo de una encina, y horas después su madre la encontró con una fiebre altísima", relata Paqui Sánchez, su nuera, en declaraciones a EFE.

Ana vive desde el verano de 2012 en la residencia de mayores de Alcalá del Valle (Cádiz), donde la familia acudía a visitarla con frecuencia. Lo que no podía imaginar era que viviría tan de cerca la crisis del coronavirus, cuando trascendió que un buen número de profesionales y usuarios de la residencia habían contraído el virus. "La primera noticia que recibimos fue un comunicado, el 9 de marzo, en el que se informaba de que quedaban prohibidas las visitas de familiares ante la detección del primer caso de COVID-19 en una de las trabajadoras", asegura.

 

Ana del Valle

Ana del Valle (CharryTV Ronda)

 

"El 19 de marzo confirmaron que había dos trabajadores contagiados y que les habían hecho las pruebas a todos los mayores. Además me dijeron, extraoficialmente, que de los veintidós trabajadores de la residencia, veinte habían dado positivo, y que los resultados de los usuarios tardaban más porque las muestras habían sido enviadas a un laboratorio de Cádiz”, cuenta Paqui. El 20 de marzo, cuando llegaron los resultados de las pruebas del coronavirus de todos los usuarios, la familia de Ana supo que ella era una de las usuarias que había dado positivo en COVID-19.

La nuera de Ana denuncia la “absoluta falta de información” que padecían las familias de los residentes cuando se fraguaba la crisis, y defiende la labor de los trabajadores del centro: “Aunque digan lo contrario, los mayores no han estado abandonados, han estado atendidos por trabajadores que estaban enfermos, pero no les ha faltado de nada, ni comida”.

La medianoche previa al 24 de marzo, Paqui asegura que llamó llorando al cabo de la Policía Local de Alcalá del Valle para decirle que no tenía información de su suegra: “No sabía qué hacer, y él fue hasta la residencia y me dijo que estaba bien”.

 

Ana del Valle

Carnet antiguo de Ana del Valle (Canal Sur)

 

Al día siguiente, Paqui y su familia supieron que iban a trasladar a Ana a La Línea de la Concepción y, en ese periodo de incertidumbre, admite que la delegada provincial de Salud y Familias de la Junta en Cádiz, Isabel Paredes, la atendió personalmente y, además de confirmarle el traslado, le aseguró que la situación iría a mejor. “Me dijo que íbamos a estar comunicados y me dio su teléfono. Desde entonces llamaban todos los días, y supimos que en La Línea había un equipo de especialistas de emergencias, un grupo de psicólogos y dos doctoras que atendían a mi suegra y que me están llamando todos los días. Incluso nos hacen videollamadas, y nos mandan vídeos y fotos”, sostiene Paqui.

Paqui cuenta que después de que su suegra Ana haya dado negativo por primera vez en su tercer test, y haya pasado por una unidad de críticos, con sedación y tranquilizantes, el avance en su salud física "es increíble", ya que un día pidió en la residencia que le dieran el andador, y con la ayuda de una enfermera consiguió levantarse y caminar un poco por el pasillo.

La nuera de Ana destaca la calidad humana que han demostrado todos los profesionales que trabajan por el bienestar de su suegra y que mantiene a su familia informada en todo momento: "Parece que los profesionales están escogidos, tienen una dulzura y un cariño con nosotros y con ellos… Es gente maravillosa". 

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