El índice de envejecimiento ascendía en España en 2023 al 137%, un porcentaje que va en aumento, y es que para 2024 se prevé que se sitúe en 142%, lo que sería el mayor crecimiento desde 1999. Esto provoca que la formación permanente cobre especial importancia en un contexto en el que la sociedad envejece y los trabajadores sénior tienen un peso cada vez mayor (aunque se les sigue sin valorar lo suficiente, tal y como demuestran las últimas estadísticas oficiales del Ministerio de Trabajo, que revelan que las empresas solo firmaron en enero 343.706 contratos a personas de más de 45 años, lo que supone una pérdida de casi 12.000 puestos de trabajo respecto a hace un año, es decir, una disminución del 3,28%. Cifras anteriores revelaban, además, que la mujer sénior se veía doblemente afectada).
En este sentido, Marina Troncoso Rodríguez, presidenta de la Confederación Estatal de Asociaciones y Federaciones de Alumnos y Exalumnos de los Programas Universitarios de Mayores (CAUMAS) y miembro del Comité Asesor de 65YMÁS,explica en una entrevista a este diario con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra este 8 de marzo, que las mujeres "son mayoría" en el ámbito de la formación, aunque esto "en la práctica no significa nada, no repercute de manera positiva en beneficio de las mujeres".
Pero destaca especialmente debido, principalmente, a la discriminación que han sufrido durante mucho tiempo, y siguen sufriendo. "La formación es un Derecho Fundamental que comienza en la niñez y no debe finalizar nunca", apunta la presidenta de CAUMAS.
En esta línea, considera que "la discriminación endémica que hay contra las mujeres es la causa de la falta de formación especializada femenina". Por lo que, solo "cuando todas las personas, sin excepción, tengan acceso a la formación continua, se igualará el mercado laboral", asegura.
Esto, explica, no es un reto que tenga que ver exclusivamente con las mujeres, sino que es de todos en su conjunto, "de la administración, de las empresas, de la sociedad y de la familia".
Mujeres, mayoría en el ámbito de la formación
Las mujeres son mayoríaen el ámbito de la formación. Así lo reflejan las estadísticas, que muestran que el 44,7% de los estudiantes universitarios entre 25 y 64 años son mujeres, frente al 37,5% que representan los hombres, según datos de 2022 del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que revelan a su vez que también es superior el porcentaje de mujeres (17%) que participa en alguna actividad de educación o formación permanente, frente al 13,5% de hombres. También son cada vez más las personas que participan en los programas universitarios para mayores, donde se puede ver un progresivo aumento del número de alumnos (y en mayor medida de las mujeres), que solo se vio ralentizado por la pandemia del Covid-19, según datos de la Asociación Estatal de Programas Universitarios para Mayores (AEPUM).
Además, según la Estadística de Estudiantes Universitarios publicada por el Ministerio de Universidades en 2022, el 58% de los alumnos universitarios tiene más de 30 años y el 56,8% del total de los alumnos matriculados en estudios universitarios de grado en el curso 2022-2023 (datos provisionales del INE), son mujeres.
Estos datos reflejan que son más las mujeres que deciden enfrentarse a nuevos retos sin importar la edad, que tienen por fin la oportunidad de cumplir sus metas o simplemente quieren probarse a sí mismas y demostrarse que todavía pueden hacer lo que se propongan, independientemente del motivo.
En este sentido, estudiar se ha demostrado ser una actividad muy beneficiosa, evitando la soledad y el aislamiento al favorecer la relación con otras personas, y fomentar un envejecimiento activo.
A día de hoy, la mayoría de las matriculaciones universitarias "son mujeres", asegura Marina, destacando que el ámbito de estudio más demandado por este colectivo son las ciencias, "como Biología y Medicina, aunque después el porcentaje de mujeres que se dedica a las ciencias es muy inferior", explica.
Se trata de una tendencia que "va menguando", aclara, "ya sea por el impulso de las campañas de igualdad o por el cambio social, pero espero que poco a poco se irán igualando en el mercado laboral". Aunque opina que es algo que "llevará tiempo".
La importancia de la formación permanente
A pesar de que, según los últimos datos publicados en la Encuesta de Población Activa (EPA), el 21% de la población activa supera los 55 años, el desempleo sénior sigue siendo un problema acuciante, y es que al cierre de 2023, en España había 837.600 el número de personas paradas mayores de 50 años. En concreto, las mujeres entre los 55 y 59 años, que perdieron su empleo, principalmente, en el primer o tercer trimestre de 2023, representan el perfil del parado mayor de 50 años.
Teniendo en cuenta estos desalentadores datos,la formación permanentese vuelve especialmente relevante en este colectivo que se enfrenta a un desempleo crónico. "La formación permanente es fundamental en todos los aspectos y debería ser de obligado cumplimiento en las empresas", indica Marina a este respecto.
"Las personas que tienen una profesión liberal ya se encargan de reciclarse y estar al día en los conocimientos de su área de trabajo, pero si dependen de una empresa, es más difícil que esta se preocupe de mantener formado y actualizado, profesionalmente, al personal", explica.
"En teoría, nadie medianamente inteligente niega que no hay distinción en capacidad y talento entre hombres y mujeres, pero a la hora de llevarlo a la práctica se sigue discriminando a la mujer, no hay más que ver la foto de la mayoría de los Consejos de Empresa; mujeres, muy pocas...", lamenta, destacando que el sexo no determina el potencial de una persona, "lo determinan las circunstancias sociales, ambientales, familiares, etc.".
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.