Compartir emociones positivas en pareja beneficia a la salud de los mayores
Un estudio demuestra que la felicidad compartida reduce la hormona del estrés
Compartir momentos felices con una pareja puede ser bueno para la salud de las personas mayores, reduciendo el nivel de la hormona del estrés cortisol en sus cuerpos, según una investigación de la Universidad de California en Davis (Estados Unidos) publicada por la Asociación Americana de Psicología en Journal of Personality and Social Psychology.
"Sabemos por numerosas investigaciones que las emociones positivas como la felicidad, la alegría, el amor y la emoción son buenas para la salud; incluso se han relacionado con una vida más larga. Pero la mayoría de estas investigaciones analizan las emociones de las personas como si ocurrieran de forma aislada", detalla la autora principal del estudio, la doctora Tomiko Yoneda, de la Universidad de California en Davis.
"Sin embargo, en la vida real, nuestras emociones positivas más intensas suelen surgir cuando conectamos con otra persona. Queríamos comprender con qué frecuencia las parejas mayores comparten momentos emocionales positivos en su vida cotidiana y si estos momentos compartidos afectan al cuerpo de forma significativa", añade.

Para estudiar esto, Yoneda y sus colaboradores analizaron los niveles de cortisol en adultos mayores. Examinaron datos de tres estudios con un total de 642 participantes (321 parejas que cohabitaban) en Canadá y Alemania. Todos los participantes tenían entre 56 y 89 años.
En los tres estudios, los participantes proporcionaron información demográfica y de antecedentes, y luego respondieron breves encuestas electrónicas sobre su estado emocional entre cinco y siete veces al día durante una semana. Las encuestas se centraron en las emociones positivas, preguntando a los participantes qué tan felices, relajados e interesados se sentían en ese momento. Después de cada breve encuesta, los participantes recogieron una muestra de saliva con una tira reactiva. Los investigadores recogieron 23.931 mediciones separadas en total.
Los investigadores descubrieron que, en ocasiones en que ambos miembros de la pareja estaban juntos y expresaban emociones positivas, las muestras de saliva de los participantes mostraban niveles más bajos de cortisol, y este efecto iba más allá de las emociones positivas experimentadas individualmente. Los resultados se mantuvieron tras considerar varios factores que pueden influir en los niveles de cortisol, como la edad, el sexo, la medicación y las fluctuaciones diarias de cortisol (los niveles de cortisol tienden a ser más altos por la mañana).

Había algo singularmente poderoso en compartir esas emociones positivas. Así, se encontraron indicios de que estos momentos positivos compartidos tienen efectos duraderos. Cuando las parejas se sentían bien juntas, sus niveles de cortisol se mantenían más bajos al final del día. Esto sugiere que experimentar emociones positivas en conjunto podría ayudar al cuerpo a mantenerse más tranquilo con el tiempo.
Quizás sorprendentemente, el efecto se observó independientemente del grado de satisfacción de las personas con su relación. En otras palabras, incluso si una pareja no se sentía especialmente feliz con su relación en general, compartir emociones positivas parecía tener un efecto calmante en el cuerpo.
En el futuro, adelanta Yoneda, le gustaría examinar las emociones positivas compartidas fuera de las parejas, incluso entre amigos, compañeros de trabajo y familiares. "Este trabajo se basa en la teoría de la resonancia positiva, que sugiere que cuando las personas comparten emociones positivas, junto con una conexión afectiva y sincronizada, se puede potenciar el bienestar emocional y fisiológico", insiste Yoneda. "Y según esta teoría, esos momentos pueden ocurrir entre cualquier pareja, no solo entre parejas. Esto abre un mundo de posibilidades para futuras investigaciones".


