Sociedad

Lo que cuesta morir en España: la inflación amenaza con disparar los precios a partir de enero

Beatriz Torija

Martes 1 de noviembre de 2022

11 minutos

Los españoles están entre los europeos que más pagan por morirse con una tasa de IVA de 21%

Lo que cuesta morir en España: la inflación amenaza con disparar los precios a partir de enero. EuropaPress
Beatriz Torija

Martes 1 de noviembre de 2022

11 minutos

En esta vida, la única certeza con la que contamos es la muerte. Sabemos que llegará en algún momento y también, que no será barata. Morir en España cuesta una media de entre 3.500 y 4.400 euros. Un precio que subirá para los habitantes de grandes capitales y que puede dispararse para quien elija lujos y grandes ceremonias, pero también para quien tenga la mala fortuna de morir lejos del lugar donde reposará su cuerpo o ceniza.

Por el momento, la inflación del 7,3%, dato adelantado del mes de octubre, no ha golpeado a quien ha tenido que pagar un funeral en los últimos meses. El sector está absorbiendo las subidas en sus márgenes, pero advierte de que 2023 podría llegar con importantes subidas para quien realice el 'último viaje', y sus familias.

¿Cuánto cuesta morir en España?

 “Según el último informe de la OCU, que es muy objetivo porque lo realizan en función del precio que han pagado los propios consumidores, el precio está en 3.500 y 3.600 euros en España” explica Alejando Quinzán, secretario general de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef). “Otra manera de calcularlo sería dividiendo la facturación total del sector en 2021, unos 1.630 millones de euros sin IVA, entre el número de defunciones de 2021, 450.000, y sumarle el IVA, lo que daría unos 4.400 euros” añade Marc Vallhonesta, CEO de Funos, comparador de precios y Marketplace de funerarias.

“Los gastos funerarios en España oscilan entre los 3.500 y los 5.000 euros, en función del tipo de entierro que se desee contratar”, explica Raquel del Amo, subdirectora de desarrollo de negocio de decesos en MAPFRE. “Eso con un traslado básico”, añade, porque “a la mínima que haya un traslado importante, estamos hablando de un gasto para las familias de entre 6.000 y 8.000 euros; nosotros hemos pagado facturas de un traslado de Zaragoza a Vigo de más de 8.500 euros. Y si una persona falleciera fuera de España, el gasto de cerrar el arca para poder hacer ese traslado aéreo está en más de 10.000 euros”.

Lo que cuesta morir en España: la inflación amenaza con disparar los precios a partir de enero. EuropaPress

 

Si en algo coinciden, es que la horquilla puede variar mucho en función de diversos factores, el primero de ellos el lugar de fallecimiento. “Hay unas diferencias abismales, no es lo mismo fallecer en Madrid que hacerlo en Cáceres”, explica Raquel del Amo. Coincide Alejandro Quinzán en que “no es lo mismo un servicio funerario en Madrid capital o en Barcelona capital, que en un pueblo de la provincia de Soria o de Palencia. Los precios y las tasas son diferentes en capitales grandes, o en municipios pequeños”. “Hay diferencias significativas entre provincias y ciudades. Entre las ciudades más baratas tenemos que un entierro de media en Cádiz o en Zaragoza cuesta unos 2.500 euros, mientras que en Lugo, Santander o Alicante superan los 5.000 euros”, asegura Marc Vallhonesta.

“Y luego está que los familiares tienen muchas opciones. Tú puedes optar por un funeral más asequible y luego puedes optar por diferentes complementos que van encareciendo el precio, puedes dar un homenaje a tu familiar de muchas formas”, añade Quinzán. “El servicio típico medio incluye un ataúd medio de unos 1.200 euros, un velatorio, una ceremonia, y una corona de flores. Éste sería el servicio más habitual, que rondaría los 4.000 euros, variando según la provincia” explica Valhonesta. “A más extras contrates, más cara la factura”, y nos da dos ejemplos: “Un ataúd puede ir de 200 euros hasta 8.000 o más y contratar una sala de velatorio en un tanatorio de primer nivel en ciudades como Madrid o Barcelona puede costar alrededor de 800 euros”.

”La directiva de MAPFRE coincide en que las opciones, y por tanto los precios, son muy amplios. “Inhumación o cremación, puedes alquilar un nicho a máxima o mínima temporalidad, puedes alquilar un columbario, es decir, lo nichos pequeños para urnas a máxima o mínima temporalidad. Ahora existen otras formas de despedirse, también hay nuevos usos con las cenizas: utilizarlas para plantar un árbol, despedidas en el mar o en otros entornos que no son tanatorios al uso”, explica.

La inflación amenaza con disparar el precio del último viaje: lo que cuesta morir en España. Foto: bigstock

Subidas de precios a la vista en 2023

“La inflación está afectando al sector funerario como a todos los sectores económicos. De momento la estamos soportado los empresarios sin repercutirla al cliente final” nos cuenta el secretario general de la patronal Panasef. “El sector está absorbiendo esta subida de costes sin, en general, trasladarla al usuario consumidor” coincide el CEO de Funos. “El motivo por el que no han trasladado de manera general esta subida de costes a sus tarifas es porque es un sector complejo. Existen muchas instalaciones que son concesiones municipales, por lo que sus tarifas pueden estar reguladas, aprobadas, o publicadas por los ayuntamientos, lo que implica que solo se pueda hacer la revisión de tarifas una vez al año, y en ocasiones, tenga que ser aprobada por el pleno municipal. Otras funerarias son directamente públicas, por lo que solo tocarán sus tarifas una vez al año cuando el consistorio apruebe las nuevas tasas y tarifas públicas. Y el hecho de que existan algunas funerarias públicas que no suban tarifas hace que a sus competidores les cueste mucho hacerlo para no perder clientes”, añade.

“En el futuro, para 2023, pues no te puedo aventurar, pero si la situación sigue así, pues ya veremos qué medidas tenemos que tomar” advierte Alejandro Quinzán. Todo apunta a que el año que está a punto de comenzar, podría hacerlo con importantes incrementos de precios en un sector muy expuesto al encarecimiento del gas y los combustibles.

“Imagínate, los hornos crematorios, que funcionan con gas. Tenemos también una parte de transporte bastante importante que también estamos notando, por supuesto, por la subida en los precios de los carburantes. Trasladamos los cuerpos y los féretros desde el lugar de fallecimiento en muchos casos desde los hospitales hasta los tanatorios, o hasta donde se quiera dar el destino final, el velatorio y luego el cementerio. Tenemos una dependencia energética importante”. “Está afectando de lleno a los costes de las empresas” coincide Marc Vallhonesta. “Algunas de las actividades principales son transporte de difuntos (uso de gasolina), alquiler de salas de velatorio en tanatorios (uso intensivo de electricidad y gas para calefacción y aire acondicionado porque son espacios públicos grandes), cremaciones (uso intensivo de gas), y al ser un servicio, tienen un alto componente de personas al servicio (con la subida de salarios). Por tanto, los costes se les han disparado, especialmente los energéticos”.

Nuevo récord de muertes en 2022

En 2021 ocurrieron en España 450.687 muertes, lo que representa un total de 44.506 fallecidos menos con respecto a 2020, cuando la cifra global de defunciones se elevó a 493.776, por la pandemia de la COVID-19, según datos del INE. Este año, el número de muertes vuelve a subir con fuerza. “A lo largo de 2022 ya hemos apreciado un aumento de la mortalidad, probablemente por la ola de calor tan constante y continua, que prácticamente fueron dos meses, lo nunca visto. Y nuestra actividad aumentó cerca de un 25%”, confirma Alejandro Quinzán, “Esto se reflejará en los datos finales que nos facilite el INE a final de año, vamos a ver un aumento de la mortalidad respecto a años anteriores”, añade.

La inflación amenaza con disparar el precio del último viaje: lo que cuesta morir en España

¿Incineración o enterramiento?

El 56% del coste relacionado con la muerte se va al servicio funerario en sentido estrcito, según la Radiografía del Sector Funerario 2022. “Un funeral es un servicio muy completo y muy complejo. Se tiene que dar en un tiempo extraordinario, casi en menos de 24 horas y es un servicio en el que actúan hasta 9 o 10 agentes económicos distintos. El servicio funerario incluye el arca o féretro, los traslados, las instalaciones, el velatorio, todo el personal que te atiende en el velatorio, tanatoestética y tanatopraxia, que son los profesionales que preparan el cadáver y el cuerpo para que esté presentable ante los familiares; asistencia psicológica; coronas, flores, lápidas, marmolistas. Y el servicio ha de ser exquisito porque las familias están en un momento muy complicado”, explica Quinzán, de la patronal Pansef.  

 Luego, hay un 17% de ese montante que corresponde a impuestos, “contamos con uno de los IVA más altos de toda Europa, un 21%” se queja Quinzán. Y el 27% restante corresponde a la inhumación o a la cremación.

La inflación amenaza con disparar el precio del último viaje: lo que cuesta morir en España.

 

Desde que en 1963 la Iglesia Católica aceptara la incineración para sus fieles, y creciera la instalación de hornos crematorios, la opción de la incineración no ha dejado de crecer. En 2021 el porcentaje de incineraciones se ha estabilizado con respecto a 2020, alcanzando un 44,93% del total de defunciones, probablemente por un efecto relacionado con la pandemia. Según el Barómetro Funos del sector funerario 2022, en los próximos años la tasa de incineraciones tenderá a acercarse al 60%. De hecho, el 74% de las consultas al comparador de precios de funerarias son por servicios de incineración.

El coste de las inhumaciones y las incineraciones es más o menos similar, por lo que detrás de esta tendencia hay otros motivos. “Hay un cambio de hábitos, de tradiciones, e incluso de creencias. Antes no estaba bien visto y hoy en día sí que la gente lo ve como una opción más, incluso una opción más factible y manejable, al fin y al cabo, las cenizas tú puedes guardarlas en tu urna y conservarlas en tu propiedad privada” explica Alejandro Quinzán. “Estimamos que en el año 2025 prácticamente ya el 60 o 65% serán incineraciones”, añade.

La inflación amenaza con disparar el precio del último viaje: lo que cuesta morir en España. Foto: EuropaPress

 

Coincide, Marc Vallhonesta, quien apunta como motivos del auge de la cremación “la falta de espacio en los cementerios, que están saturados, especialmente en las grandes ciudades; que es más practico porque no tienes que mantener y limpiar el cementerio, pagar las tasas anuales por el alquiler; así como un cambio progresivo de mentalidad y cambio cultural, que nos acerca al modelo anglosajón y del norte de Euroopa, donde la tasa de incineración ronda el 80%”.

“En alguna ocasión puede haber un motivo económico”, advierte el CEO de Funos. “Hay alguna ciudad donde el coste del entierro es muy superior al de la incineración, como en Madrid, donde hay más de 1.500 euros de diferencia. En estos sitios sí que el factor económico puede pesar más”.

El IVA al 21% dispara la factura

España es uno de los países de la Unión Europea que cobra más IVA a los servicios funerarios, sólo por debajo de Hungría y Grecia donde se paga 27% y 24%, respectivamente. Antes de 2012, la tasa del IVA a los servicios fúnebres era de 8%, pero el Gobierno de Mariano Rajoy decidió subirla 13 puntos porcentuales. Así, los españoles están entre los europeos que más pagan por morirse con una tasa de IVA de 21% en la factura por los servicios de suministro de ataúd, velatorio, transporte funerario, entierro o cremación. “El gremio funerario español considera injusto que se grave este servicio con tasas superiores a las de otros sectores económicos. Por ejemplo, mientras el transporte de pasajeros paga un IVA de 10%, el transporte de cadáveres debe pagar 21%. Existe una disparidad impositiva similar entre los servicios de tanatorios y los hoteles” recoge el Barómetro Funos del sector funerario 2022.

“Un funeral no es un bien de lujo ni muchos menos, es un bien esencial. Es una de las batallas que estamos librando, que ese IVA se reduzca, porque hace que el precio final para el consumidor sea bastante elevado”, reclama Alejando Quinzán, secretario general de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef).

Sobre el autor:

Beatriz Torija

Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.

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