65ymás
Desde el 25 de marzo, el Museo Getty (@GettyMuseum) de Los Ángeles ha desafiado a los usuarios de Internet a reproducir obras de arte maestras en sus casas, como una forma entretenida e imaginativa de sobrellevar el confinamiento en los hogares impuesto por la emergencia sanitaria del coronavirus.
We challenge you to recreate a work of art with objects (and people) in your home.
— Getty (@GettyMuseum) March 25, 2020
? Choose your favorite artwork
? Find three things lying around your house⠀
? Recreate the artwork with those items
And share with us. pic.twitter.com/9BNq35HY2V
Una divertida propuesta que ha lanzado al mundo a imitar cuadros de todas las épocas y estilos pictóricos, además de esculturas, en un recorrido virtual que abarca desde los mejores trabajos de Munch a Klimt, Warhol y hasta Banksy.
A la iniciativa se han sumado ya miles de personas, que comparten sus recreaciones en las redes sociales, sobre todo Twitter e Instagram, demostrando que la imaginación no está en absoluto reñida con el encierro. Uvas en el pelo, un collar de papel higiénico, un gato con un sombrero frente a las nubes... inundan las redes sociales durante estas semanas.
Copy of Johannes Vermeer’s “Girl with a pearl earing” , Quarantine 2020 :) #gettymuseumchallenge pic.twitter.com/DomdJoDMRq
— TaniaLs (@TaniaLs18) April 7, 2020
Todos sumados al #GettyMuseumChallenge con un objetivo: reproducir obras maestras de la pintura o de la escultura usando para ello los utensilios que tengan a mano: ropa, adornos, muebles, niños, gatos, perros...
Second choice entry for the #gettymuseumchallenge. To wipe my Warhole with. pic.twitter.com/2kqpalchHM
— Anselm Maria Sellen (@amsellen) April 5, 2020
Los aficionados al arte no han dudado en interpretar cuadros de artistas tan famosos como Vermeer, Edward Hopper, Keith Haring o Henri de Toulouse-Lautrec, convirtiendo algunos homenajes en verdaderas obras de arte modernas donde destacan la composición, la luz, los modelos o el vestuario imaginativo.
Ha habido quien recreado un bodegón sustituyendo las sardinas colgadas por latas de conserva y el aceitero de plata por una botella de aceite de oliva. Otros han utilizado mantas y prendas de ropa para disfrazarse, por ejemplo, de la Virgen María.
Por supuesto, en un reto de estas características, no podían faltar obras tan icónicas como el inquietante Grito de Munch.