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Descubre el nuevo gran museo arqueológico de Petra

Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Sábado 11 de enero de 2020

6 minutos

Este nuevo espacio cultural, de diseño vanguardista, mostrará de cerca todo sobre la cultura nabatea

Recorre con nosotros y descubre el nuevo gran museo arqueológico de Petra
Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Sábado 11 de enero de 2020

6 minutos

Si uno quiere descubrir y entusiasmarse con todos los tesoros que esconde la antigua ciudad de Petra, ahora tendrá otro motivo para disfrutar de este rincón de Jordania. Hablamos del nuevo museo arqueológico de Petra (@VisitJordan), un novedoso aliciente cultural donde uno puede contemplar de cerca algunos de los misterios arqueológicos encontrados en la fascinante ciudad rosa.

Un espacio inaugurado hace unas semanas y que hace gala de la combinación de la antigüedad y la vanguardia que quedan reflejadas en un edificio obra del estudio de arquitectura japonés Yamashita Sekkei.

Un nuevo motivo para conocer este rincón mágico

Si en tus próximas vacaciones quieres elegir un destino inolvidable, sin duda Jordania y la ciudad de Petra lo son. Un viaje que hacen cada año cerca de 1 millón de personas y que desde el pasado mes de diciembre tiene un nuevo atractivo turístico. Este museo, de más de 2.000 metros cuadrados, guarda con mimo y celo unos 300 objetos que cuentan la historia del país árabe; pero sobre todo de la cultura nabatea.

Un recorrido de un par de horas que comienza en la Edad de Piedra y finaliza, a través de sus salas y estancias, en el tiempo presente. Un camino cultural único donde descubrimos la obra de ingeniería que hace siglos permitía llevar agua hasta ese lugar en mitad del desierto, mosaicos antiguos, todo tipo de piezas y figuras o restos de la famosa tumba del Tesoro. Además, todo aquel que visite este nuevo museo podrá conocer de primera mano los trabajos de exploración que se realizan actualmente en los yacimientos arqueológicos del país jordano.

Y es que con este flamante centro museístico, las autoridades pretenden seguir rindiendo homenaje a la historia de Petra. Pero, además, tienen como objetivo modernizar las infraestructuras culturales de un país que es todo un reclamo turístico a nivel internacional.

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La ciudad perdida de los nabateos

Pero antes de perderte en esas modernas galerías, es una parada obligada admirar la belleza de una ciudad que permanecía oculta bajo tierra. Fue fundada en el siglo VI a.C. por una tribu ismaelita establecida en la zona hace más de 2.000 años: los nabateos.

Un enclave cuya importancia no solo se debe a esas formas y edificaciones talladas en piedra de color rosado, sino que es el vestigio de lo que fue una de las rutas comerciales más destacadas y que entonces conectaban el Mar Mediterráneo con Asia. Uno de esos destinos al que debes ir al menos una vez en la vida para descubrir algunos de sus secretos más ocultos.

Decíamos antes que a esta localidad teñida de rosa se la conoce también como la Ciudad Perdida pues, tras ser abandonada por sus moradores, no fue descubierta de nuevo hasta principios del siglo XIX. El honor lo tuvo el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt quien convenció a unos beduinos locales para que le llevaran al punto exacto donde los libros de historia decían que estaba enterrada esta maravilla histórica.

Sin embargo, ese camino y su descubrimiento no fueron fáciles, ya que Petra se encuentra oculta en un valle rodeado por altas montañas rocosas y al que solo se puede acceder por el impresionante y majestuoso desfiladero que recibe el nombre de El Siq y que se formó por el movimiento de placas tectónicas. Precisamente, fue este uno de los motivos por los que se tardó tanto tiempo en descubrir la antigua localización de los nabateos, ya que en algunos puntos de paso ni siquiera se puede ver el cielo entre esas paredes petrificadas.

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Impresionantes monumentos al aire libre

Hemos aludido antes al carácter comercial de esta zona, pero la ciudad rosa de Petra tenía también otras funciones simbólicas. Así, sus antiguos fundadores decían de ella que era un espacio para el reposo eterno de los muertos y aún hoy se pueden observar huecos excavados en la roca en forma de tumbas. El ejemplo más claro es la joya de la corona, el Tesoro, con su fachada de casi 40 metros de alto y en donde se encuentra la urna funeraria donde la leyenda dice que se escondía el tesoro de un faraón

Un lugar místico para la religión pagana que profesaba este ancestral pueblo y que también usaban como enclave defensivo para repeler el ataque de comunidades vecinas. Querían proteger, así, algunos de sus monumentos más valiosos como el Altar de los Sacrificios, el Teatro, la Calle Columnada o las Tumbas Reales entre otros. 

Sin embargo, su peculiar orografía no pudo evitar que fuese conquistada por el Imperio Romano, a las órdenes del general Pompeyo, en el año 63 a.C. Así, tras la muerte del último rey de origen nabateo, en el año 106, la ciudad pasó a ser un feudo controlado por el conocido emperador Trajano. Y tras este, se encontró bajo el poder de las tropas bizantinas. 

Finalmente, el declive de su actividad como epicentro comercial, con la incorporación de nuevas vías alternativas, y un terremoto que destruyó muchas de sus edificaciones la ciudad fue finalmente abandonada a su suerte.

Entonces, solo el aire, la arena y los pastores locales conocían el secreto de su presencia. Ellos fueron durante siglos los fieles testigos y guardianes de lo que más tarde sería uno de los escenarios más mágicos e impresionantes del mundo y que ahora se completa con un nuevo museo arqueológico que ya puedes visitar. 

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Victoria Herrero

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