Mariola Báez
Sociedad
El 'boom' de la playa en los 60 que transformó el litoral levantino
Benidorm, Cullera, Peñíscola… ¿dónde veraneabas en la época del "Spain is different"?

Si hablamos de finales de los 50, de los años 60 y principios de los 70, hay que recordar que España se encontraba en el periodo denominado del desarrollismo. Seguramente eras joven o quizás un niño, pero, temas políticos aparte, es una etapa que supone el despegue para distintos sectores, entre ellos el del turismo llamado de “sol y playa”.
Los “extranjeros” descubren la Costa Brava y se animan a bajar un poco más y llegar hasta las costas de Valencia, Castellón o Alicante y las familias españolas, que vivían en zonas de interior, sueñan con pasar unos días en la playa, tras recorrer extensas y modernas carreteras, en vehículos tan innovadores como el entrañable "600".(Así, más o menos, lo describiría el NO DO de la época).
¿Cuáles fueron los principales lugares de veraneo?
El “boom” playero fue un auténtico fenómeno que, en muy pocos años, transformó localidades enteras. Los vuelos “chárter” consiguieron incrementar el número de visitantes extranjeros hasta cifras nunca antes vistas y el turismo nacional, deseoso de relax junto al mar, crecía a un ritmo similar. Los hoteles y complejos de apartamentos no tardaron en cambiar el skyline de la costa mediterránea y no siempre para bien.
De aquella época probablemente recuerdes playas más tranquilas, con menos gente, y también con menos servicios, junto a chiringuitos con las medidas sanitarias justas, biquinis “descocados” (las extranjeras), cines de verano, largos viajes para ver el mar y, en la arena, un ambiente muy familiar.
En 1963 fue aprobada la Ley de Competencias Turísticas, que supuso un impulso para el fomento del turismo nacional e internacional. Localidades como Gandía o Cullera en Valencia, Benidorm, con sus sorprendentes rascacielos, en Alicante, o Peñíscola en Castellón, cambiaron su plano urbanístico en menos de dos décadas con un crecimiento espectacular, no siempre del todo ordenado. Años más tarde, conseguirían encontrar el equilibrio entre desarrollo y respeto al medio ambiente y a las propias tradiciones.
En la actualidad, las playas levantinas siguen atrayendo a todo tipo de visitantes que encuentran en esta zona de la costa mediterránea una completa oferta turística de calidad, capaz de adaptarse a todos los gustos y necesidades y capaz, también, de traer a más de uno, recuerdos de infancia o de juventud.