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Los geriatras advierten del "menoscabo evidente" de la dignidad de los mayores en la pandemia

65ymás

Martes 16 de junio de 2020

7 minutos

Los geriatras advierten del "menoscabo evidente" de la dignidad de los mayores en la pandemia
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Martes 16 de junio de 2020

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La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (@seggeriatria) pide realizar, con motivo del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, celebrado este lunes 15 de junio, una reflexión conjunta sobre la gestión, a nivel estatal, de la crisis sanitaria y social que ha supuesto la aparición del coronavirus desde la doble óptica de la identificación de elementos relacionados con el trato a las personas mayores, dado que aprecia un "menoscabo evidente" de su dignidad.

"Nuestro objetivo no es señalar culpables, ni mucho menos, sino poder reflexionar y analizar aquellos aspectos que precisan ser modificados para garantizar una correcta atención a estas personas, a la vez que difundir las buenas prácticas que consideramos es la mejor manera de erradicar el mal trato", señalan desde la SEGG.

La Sociedad destaca que durante la pandemia, se han visto iniciativas que podrían considerarse como ejemplos claros de buen trato de la sociedad hacia las personas mayores, pero también de lo contrario, pues "al igual que en otras crisis, las personas mayores han sido uno de los grupos de población que más han visto vulnerados sus derechos o han sufrido más experiencias discriminatorias únicamente por razón de edad".

En este sentido, la Sociedad indica que, por ejemplo, se ha establecido una asociación entre la edad y el coronavirus y, por un lado, se han tomado medidas más restrictivas para las personas mayores que para otros grupos de edad y, por otro lado, "en algunos momentos del relato de las consecuencias de la pandemia parecía tenerse asumido que era normal que murieran las personas mayores a causa del coronavirus". Para la SEGG, esto es una consecuencia del "enfoque negativo y de pérdidas relacionado con el envejecimiento que se sigue manteniendo".

Por otro lado, recuerda cómo en algunos casos podría haberse utilizado la edad cronológica como criterio único a la hora de tomar decisiones, por ejemplo, relacionadas con los tratamientos y acceso a los recursos, cuando la Sociedad insiste en que se conocen más factores además de la edad que pueden influir en la infección, el curso y desenlace de la enfermedad, a los cuales "se les ha prestado menor atención".

Aislamiento

A pesar de que se conocen las consecuencias de la soledad, del confinamiento y del aislamiento en personas mayores, la SEGG lamenta que "se han incrementado estas situaciones al reducirse drásticamente cualquier contacto físico con otras personas".

"Es evidente que para las personas que pertenecen a grupos de alto riesgo han de tomarse medidas de prevención, pero debían valorarse su impacto en problemas físicos (pérdida de fuerza muscular, problemas cardiovasculares, dependencia), psicológicos (miedo, perdida de control, depresión, ansiedad, vivencia de abandono) y sociales (pérdida de contacto con su red afectiva y familiar)", explica.

Además, las diferentes medidas que se han tomado para prevenir el avance de la pandemia, parecen trasladar en sus justificaciones, a juicio de la SEGG, que "las personas mayores no son un grupo productivo, que son clase pasiva y que, debido a que siguen cobrando su pensión, no pasaría nada si tuvieran que permanecer más tiempo en sus casas". "El mensaje que se trasmitió era claro: ciertas personas mayores tenían menos valor que otros ciudadanos, y ello es un menoscabo evidente de su dignidad, algo que consideramos inaceptable", añaden.

Igualmente, la Sociedad comenta que también se ha visto durante la pandemia cómo se han suspendido o reducido temporalmente, por motivos de salud pública, los recursos públicos y privados de los que estas personas mayores eran usuarios, y "no se ha reflexionado sobre los efectos que esta suspensión ha podido tener en el estado de salud y en el bienestar de las personas".

Al mismo tiempo, critican la "repetición hasta la saciedad" de que las personas mayores son más vulnerables y de que hay que protegerles, lo que implica según la SEGG, "edadismo, paternalismo y sobreprotección", quitando así valor a la propia persona.

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Atención en residencias

La SEGG también se centra en lo ocurrido estos dos últimos meses en la atención prestada a las personas en las residencias. "Una de las grandes lecciones que nos deja esta crisis social y sanitaria es la urgencia en revalorizar, visibilizar y dotar de más recursos el sector residencial", expone.

Por otro lado, la Sociedad considera que se ha evidenciado que no se actuó de forma preventiva suficientemente, al no dotar a los centros, de forma prioritaria, ni de información ni de los recursos necesarios para frenar la expansión del virus.

"La crisis de la COVID-19 no ha hecho más que sacar a luz que los grandes olvidados de toda crisis son siempre los más desfavorecidos y en este caso, las personas que viven en centros residenciales a los que no se les ha protegido suficientemente o se les ha dado una atención insuficiente", manifiesta.

Con respecto a los nuevos modelos de cuidados y de las nuevas formas de entender dichos centros, a SEGG avisa: "¿se ha preguntado a las personas que los utilizan y/o a sus familiares qué tipo de centros son necesarios y qué mejoras se deberían realizar?".

En este sentido, la Sociedad habla de un marco de referencia conocido como atención centrada en la persona. "Este cambio pasa prioritariamente por entender que el centro residencial es el hogar, la casa de la persona, y que, más allá del control de las enfermedades crónicas que puede tener una persona, lo que necesita en dichos centros, son relaciones sociales y actividades significativas para la persona, que sus cuidadores conozcan quién es, sus necesidades e intenten adaptarse a ellas", dice.

Y para la Sociedad, un elemento "imprescindible" del cambio de modelo de los centros residenciales, está relacionado con el reconocimiento de la dignidad de las personas, de sus derechos, y, por tanto, de todas las dimensiones de las personas, sin descuidar las psicosociales y las afectivas favoreciendo el desarrollo de oportunidades y de herramientas para su bienestar personal. "No podemos perder la oportunidad de aprovechar el aumento en la concienciación social sobre la realidad y necesidades de las personas mayores que ha brotado a raíz de la COVID-19", concluye la SEGG.

Pruebas cada 15 días en residencias

También con motivo del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, el Círculo Empresarial de Atención a Personas (CEAPs) ha lanzado un decálogo para la protección y el cuidado que merecen las personas mayores ante posibles rebrotes de COVID-19.

Entre estas medidas, destacan garantizar el suministro de material de protección a las residencias para proteger a los profesionales y a las personas atendidas con un stock mínimo de un mes; la realización de pruebas periódicas cada 15 días en las residencias a personas residentes y trabajadores; y la reforma de los protocolos de atención sanitaria a personas residentes con el objetivo de garantizar la derivación a las personas con diagnóstico positivo al hospital o los centros sociosanitarios de referencia.

También pone el foco en la necesidad de establecer un procedimiento unificado de información para que las residencias informen a una única administración, que deberá informar al resto; y financiación pública del aumento de ratio de personal y los materiales de protección necesarios para afrontar esta situación desde el punto de vista sanitario y como medida de protección del colectivo más vulnerable.

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