El ácido úrico es frecuente en la edad adulta, sobre todo en los hombres, pero no solo tiene que ver con la idea de comer gambas o tomates. En realidad, al ácido úrico se encuentra de forma natural en nuestro organismo, o se genera cuando las purinas, unas sustancias que se encuentran en algunos alimentos y bebidas, se descomponen. Por lo general, ese ácido úrico viaja a los riñones y desde allí se expulsa por la orina. Pero empieza a resultar un problema cuando producimos demasiado ácido úrico o no se elimina la suficiente cantidad, ya que puede llegar a provocar que se desarrolle hiperuricemia, gota y, en algunos casos, cálculos renales. También es culpable del malestar que nos provocan enfermedades como la artritis.
En España se estima que el 2,4% de la población sufre gota, lo que supone cerca de 880.000 afectados, según un estudio de la Sociedad Española de Reumatología.
En algunas ocasiones, el ácido úrico puede estar relacionado con el sobrepeso, por lo que disminuir el peso, especialmente en estas personas, y mantener una alimentación equilibrada, puede regularlo, por lo que en determinadas ocasiones no sería necesario un tratamiento farmacológico.
La importancia de la dieta
La dieta tiene un papel esencial en la aparición de la hiperuricemia, ya que una alimentación donde predominan alimentos ricos en purinas pueden favorecer su aparición. En este sentido, la directora del Centro Nutt de Valencia Elisa Escorihuela, explicaba a Infosalus que el tomate, el marisco o las hojas verdes no son los únicos alimentos que hay que tener en cuenta en estos casos, ya que alimentos ricos en fructosa (refrescos y algunos jugos de frutas) y bebidas como la cerveza y lo licores con una graduación alta también pueden provocar un aumento de los niveles de ácido úrico.
Así, si presentamos niveles altos de ácido úrico, es preferible evitar alimentos como la carne, en especial, las vísceras como hígado, riñones y corazón. En el caso del marisco, los que más purinas contienen son la langosta, los langostinos, las gambas, el cangrejo, los mejillones, las almejas, las ostras y las vieiras.
También se recomienda moderar el consumo de pescados azules y ciertos embutidos, dado su alto contenido en grasas saturadas, pero, si tienes el ácido úrico alto, conviene evitar en especial algunos como las salchichas, el chorizo, las butifarras o el salchichón. También conviene limitar el consumo de dulces y refrescos azucarados, lácteos enteros, verduras ricas en purinas (como los espárragos, los puerros o la coliflor), salsas procesadas y caldos concentrados o sopas a base de carne.
Asegurar una buena hidratación también es importante y poner atención al consumo de carbohidratos y fibra, reducir la ingesta de legumbres, valorar el uso de suplementos de omega 3, potenciar la ingesta de vitamina C, el consumo de café, y realizar ejercicio físico diario.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.