Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorLa dieta que conocemos como dieta blanda, no se refiere literalmente a comida para quien tiene problemas dentales y que no cueste masticar. Se trata de una dieta que facilite el trabajo de nuestro sistema digestivo y que sea fácil de digerir. Así que debe estar formada por verduras no flatulentas, cereales refinados y carnes y pescados blancos, evitando el exceso de grasas y fibra.
Este tipo de dieta es la principal recomendación que suele hacer el médico en caso de sufrir una gastroenteritis. A veces, el médico nos aconseja seguir una dieta blanda por una intervención quirúrgica, antes o después de esta.
Las verduras y las hortalizas forman parte de una dieta blanda, pero no todas, porque las más fibrosas están excluidas. Pueden formar parte de este tipo de dieta las judías verdes, el calabacín, las patatas, las zanahorias y la calabaza. Las podemos tomar en puré, en caldos, al vapor o cocidas, y siempre bien hechas.
Respecto a las frutas, debemos optar por la fruta muy madura y que no sean ácidas. Las compotas y frutas asadas o cocidas también son una buena opción.
Las legumbres, por su alto contenido en fibra, no son recomendables para una dita blanda. Al iniciar la ingesta de legumbres tras una dieta blanda, mejor optar por pequeñas cantidades y probar con cremas suaves de lenteja roja o de guisantes, por ejemplo.
Los cereales deben ser refinados o blancos (no integrales) y no debemos acompañarlos con salsas fuertes, ni fritos, ni grasas.
Por lo que respecta a las carnes, lo mejor es optar por la carne blanca de pollo, pavo o conejo, siempre en cocciones suaves, como el vapor. Es importante retirar la grasa antes de cocinarlo y no añadir salsas ni aderezos. Se puede acompañar por verduras al vapor, por ejemplo.
El pescado blanco es la mejor opción para una dieta blanda, como la merluza o el rape. Al igual que son la carne, debemos optar por cocciones suaves y evitar las salsas.
Otros alimentos que pueden formar parte de la dieta blanda son los yogures naturales sin azúcar y el huevo, aunque la clara se digiere mejor que la yema. Estos se pueden tomar cocidos o en tortilla francesa.
Una buena hidratación es esencial es la dieta blanda y el agua debe ser la bebida habitual. También podemos optar por infusiones y caldos, que mejor tomaremos tibios.
A la hora de seguir una dieta blanda, siempre bajo consejo médico, debemos masticar bien los alimentos, comer en pequeñas cantidades, no usar sal y tomar la comida tibia, a una temperatura lo más parecida a nuestro organismo.