Alimentación

¿Cómo se hace el almíbar y para qué puede resultarte útil?

Mariola Báez

Foto: Bigstock

Lunes 7 de octubre de 2019

3 minutos

Sirve para endulzar y conservar alimentos y puedes prepararlo de manera que resulte más saludable

¿Cómo se hace el almíbar y para qué puede resultarte útil?
Mariola Báez

Foto: Bigstock

Lunes 7 de octubre de 2019

3 minutos

El almíbar es una sencilla preparación, a base de agua y azúcar, que se utiliza especialmente en postres caseros y elaboraciones de repostería. Puede ser espeso y denso o bien algo más ligero. Además, admite ingredientes que pueden darle aromas distintos y novedosos. Con moderación y sustituyendo el azúcar refinado por otros endulzantes, puede convertirse en un buen aliado de recetas sanas para los más golosos.

El almíbar se renueva

El almíbar tiene una preparación básica que puedes modificar según tus preferencias. La manera de hacerlo no puede ser más simple, aunque tiene su técnica para conseguir el grado justo de dulzor y la textura deseada.

Como norma general, debes utilizar como ingredientes, la misma cantidad de agua que de azúcar. Por ejemplo, para medio litro de almíbar, necesitas 500 ml. de agua y ½ kilo de azúcar. Tendrás que poner el agua al fuego y, cuando esté templada (sin que hierva) añadir el azúcar, removiendo hasta casi su total disolución. Debes intentar evitar que el azúcar pueda calentarse en exceso y llegue a quemarse o a caramelizarse (no es el objetvo).

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Realizado este primer paso y sin dejar de remover, lleva a ebullición el agua con azúcar y, cuando empiece a hervir, baja el fuego y deja que el azúcar se fusione unos minutos, sin remover en absoluto. Ten en cuenta que, cuanto más tiempo dejes la mezcla al fuego, mayor será la densidad de tu almíbar.

Una vez transcurridos los minutos de cocción, el preparado se debe dejar enfriar en un recipiente de vidrio y, en teoría, estaría listo para utilizar como quieras, por ejemplo vertiéndolo sobre un bol de saludables frutas para obtener una rica macedonia, o esparciéndolo sobre un bizcocho, para que te quede bien empapado y más jugoso.

Lo mejor del almíbar es que puedes adaptarlo a tus gustos y necesidades. Un buen consejo es recurrir a el azúcar moreno como endulzante natural o a otros productos como la stevia o la sacarina, capaces de manter el sabor dulce restando calorías. También puedes tener un almíbar bastante más ligero añadiendo menos cantidad de azúcar (200ml de agua cada 150 gramos de azúcar) Además, en la repostería actual, el almíbar se aromatiza con los ingredientes más diversos que puedas imanigar para lograr acabados sorprendente. Añadiendo, en el momento de la cocción, ralladura de cáscara de naranja o limón, unas hojas de menta o incluso alguna especia como cominos, vainilla o canela lograrás almíbares distintos, que podrás utilizar en numerosas recetas dulces y también saladas.

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Mariola Báez

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