Anna Blanco
Practicopedia
Trucos caseros para afilar las tijeras de forma muy sencilla
Ante unas tijeras que han perdido su filo existen remedios para recuperar una óptima funcionalidad
El uso o el paso del tiempo pueden dar como resultado unas tijeras que ya no cortan tan bien como nos gustaría o necesitamos porque han perdido el filo o, incluso, tienen algo de óxido en su superficie. Y, si bien podemos utilizar el servicio de un afilador profesional, también es cierto que existen diferentes formas sencillas y prácticas para recuperar nuestras tijeras sin salir de casa. Así ahorramos un poco y tendremos de nuevo unas tijeras en perfectas condiciones. Veamos cuáles son estas fórmulas caseras para afilar las tijeras:
Con papel de aluminio
Para nuestro primer truco solo necesitaremos un trozo de papel de aluminio que iremos cortando con las tijeras. Cada vez que cortemos un trozo, lo doblamos y volvemos a cortar hasta que no quede nada de papel. También con el aluminio como 'herramienta' nos servirá para afilar las tijeras realizar cortes en una lata de aluminio. Simplemente debemos ir haciendo cortes en la lata y así recuperar el filo de las tijeras.
Con jugo de limón y sal
En este caso echaremos mano de la acidez del limón para arreglar nuestras tijeras y recuperar su utilidad. Para ello, tenemos que rociar todo el filo con jugo de limón y un poco de sal. A continuación, frotamos con un corcho para luego pasar todo el filo sobre una piedra pequeña. Por último, solo nos quedará lavar la tijera y secarla bien y ya podremos volver a utilizarlas con normalidad.
Con una lija
Los expertos recomiendan utilizar en este caso una lija gruesa o papel esmerilado del número 00. Y podemos hacer un uso clásico de la lija, pasándola por cada lado de las tijeras, varias veces hasta que recupere su filo. O bien, podemos realizar cortes rápidos en el papel de lija y notaremos la diferencia rápidamente.
Con un alfiler
Para este remedio casero debemos, con cuidado de no cortarnos, colocar un alfiler entre las cuchillas de la tijera y proceder como si lo quisiéramos cortar. Además, mientras intentamos cortarlo, vamos deslizando el alfiler por toda la superficie de las tijeras para no dejar ninguna zona sin pulir.
Y si el problema es de óxido
Si vemos que el problema con nuestras tijeras es que tiene algunas zonas con óxido, podemos ponerle solución frotando sobre estas zonas una cebolla cortada. Y, si no logramos que desaparezca del todo, también podemos dejar las tijeras en remojo toda una noche sumergidas en gasolina o en un refresco de cola.