Miriam Gómez Sanz
Practicopedia
El truco del papel de aluminio para eliminar el hielo del congelador
Ayuda a que el hielo se ablande y se desprenda solo

Con el paso del tiempo, muchos frigoríficos acumulan capas de hielo en el congelador. A simple vista puede parecer algo inofensivo, pero esa escarcha reduce el espacio disponible, dificulta que el frío se reparta bien y hace que el aparato consuma más electricidad. En pocas palabras: enfría menos y gasta más.
La buena noticia es que existe una forma práctica y económica de resolverlo, sin necesidad de rascar ni recurrir a productos químicos. El secreto está en algo que todos tenemos en casa: el papel de aluminio.
El aluminio es un material que distribuye el calor con gran rapidez gracias a su alta conductividad térmica. Por eso se utiliza en sartenes, bandejas y otros utensilios de cocina. En este caso, esa misma característica sirve para ablandar el hielo del congelador de manera uniforme, facilitando que se desprenda sin esfuerzo.
Paso a paso
- Desenchufa el congelador o apágalo antes de empezar. La seguridad es lo primero.
- Cubre las paredes interiores con hojas de papel de aluminio, sin apretarlas demasiado.
- Aplica un poco de calor suave: puedes colocar una olla con agua caliente dentro o usar un secador de pelo (sin apuntar directamente durante mucho tiempo).
- En unos 10 o 20 minutos, verás cómo el hielo empieza a despegarse. Retíralo con una espátula de plástico, nunca con cuchillos u objetos metálicos.
- Una vez limpio, seca bien las paredes, vuelve a enchufarlo y coloca los alimentos ordenados, dejando espacio para que el aire frío circule. Así mantendrás la temperatura estable y evitarás que el hielo vuelva a acumularse.
El objetivo no es calentar el congelador, sino ayudar a que el hielo se ablande y se desprenda solo. Así que utiliza el sentido común: calor moderado, cables y agua separados y nada de tapar conductos internos con el papel.

Cuándo conviene hacerlo
Los técnicos recomiendan descongelar el congelador un par de veces al año o cuando la capa de escarcha alcance unos cinco milímetros de grosor. Hacerlo de vez en cuando mejora el rendimiento del aparato, evita averías y reduce el consumo eléctrico.