Pensiones

Choque generacional: Jubilados, en lucha por las pensiones frente a una juventud parada

Beatriz Torija

Miércoles 26 de mayo de 2021

15 minutos

“No estamos luchando por mejorar nuestras pensiones. Luchamos por nuestros hijos y nietos"

Choque generacional: Jubilados, en lucha por las pensiones frente a una juventud parada
Beatriz Torija

Miércoles 26 de mayo de 2021

15 minutos

Sin descanso y desde hace ya 10 años. Los pensionistas siguen echándose a la calle cada lunes, y cada vez que consideran amenazado el sistema público de pensiones. La política de recortes tras la crisis financiera que arrancó en 2008 se cebó con ellos: copagos, sanidad y congelación de unas pensiones que, en muchos casos, se habían convertido en el sustento de toda la familia. Sin embargo, llama la atención la forma en la que la indignación juvenil tras el 15M se ha diluido. Podemos pierde fuelle y uno de los movimientos organizadores, Juventud sin futuro, incluso ha desaparecido. Mientras, el movimiento de pensionistas sigue perfectamente organizado, motivado y con más fuerza que nunca. Y organizando ya una macro movilización por las pensiones para octubre.

65ymás ha hablado con sociólogos, sindicatos, asociaciones de mayores y los movimientos de pensionistas organizadores de las movilizacionesy también con los jóvenes para analizar cuál es el secreto de su fuerza y a qué se debe este contraste generacional.

Mayores: una década movilizados por las pensiones frente a una juventud parada ¿choque generacional?

El 15M, la crisis financiera y la carta de Fátima Bañez: así volvieron a indignarse los jubilados

“El 15M comienza como un movimiento juvenil. Pero ya desde las primeras asambleas y con la acampaña de Sol en Madrid, enseguida se empieza a retratar como un movimiento intergeneracional”, explica Tomás Alberich, doctor en sociología y Profesor emérito en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y autor de obras como ‘Desde las Asociaciones de Vecinos al 15M y las mareas ciudadanas: breve historia de los movimientos sociales’ o ‘Guía Fácil de la Participación Ciudadana’. Las características de aquel movimiento, muy pacífico y con estructuras participativas “facilitó la incorporación de la gente más mayor al movimiento

La crisis económica que arrancó en 2008 pero que en España se manifestó con mayor crudeza en 2011, deja en paro y en situación de precariedad a miles de personas y, en muchas ocasiones, “las pensiones se convierten en el sustento fijo de familias enteras, mientras que todo lo demás está en el aire”, dice Alberich. ”Esto hace que las pensiones cobren un gran protagonismo”.

“Junto a otros movimientos, como la plataforma de afectados por la hipoteca, las mareas blanca y verde por la educación y la sanidad”, con el 15M, “cogen mucha fuerza los movimientos de jubilados y pensionistas, como una marea también contra los recortes y la congelación de las pensiones. Y empiezan a salir a calle y a organizarse” explica el profesor. De hecho, en 2016 se crea la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones, COESPE (@CoespeOficial) o el movimiento de los yay@flautas.

Sin embargo, la gota que colmó el vaso fue también en marzo, pero de 2018. “El detonante fue la carta que Fátima Bañez (la entonces ministra de Trabajo) envía a todos los pensionistas para comunicarnos que nos iba a revalorizar las pensiones un 0,25%. Aquella carta, que costo tres millones de euros fue un insulto y hacer apología de las políticas de recortes” explica Victor Etayo, portavoz del Movimiento de Pensionistas de Bizkaia. “Fue un insulto, si se hubieran callao habría sido mejor”. 

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Los pensionistas, un ejemplo para los jóvenes, que sí están movilizados

¡Ojo!, que “los jóvenes sí que están también organizados y están tratando de hacer frente a la situación, muy complicada, por el momento que les ha tocado vivir, yo creo que los jóvenes sí que se están moviendo” asegura Anatolio Díez Merino, Secretario General de la Federación de Pensionistas y Jubilados de UGT-UJP y miembro del Comité Asesor de 65Ymás, quien, sin embargo, sí que reconoce que “son más visibles en este momento las manifestaciones de los mayores, los jóvenes están haciendo menos ruido”.

Así lo confirma Coral Latorre, secretario general del Sindicato de Estudiantes. “El movimiento de la juventud no se ha diluido para nada estos últimos diez años. Los jóvenes hemos estado a la cabeza de las grandes huelgas educativas contra la LOMCE, contra las contrarreformas, contra la revalidas que intentó aplicar el partido popular, pero también con el tema feminista, en Cataluña contra la represión, el movimiento ecologista movilizado contra las empresas que están asesinando nuestro planeta. Es decir, la juventud no se ha ido a casa después del 15M”, asegura Latorre.

Víctor Etayo está de acuerdo. “Hay muchas juventudes, está el Sindicato de Estudiantes, está el movimiento feminista que van a tener auge, con seguridad, en los próximos años” Sin embargo, lamenta, que en general la juventud, “en su gran mayoría está muy alejada de las luchas por los derechos sociales, no luchan ni por sus derechos”. 

"Evidentemente este último año ha habido menos movilización por la situación sanitaria, aunque los jóvenes hemos sido muy golpeados, en el terreno educativo porque ha sido un desastre sin planificación por parte de los ministerios de educación y universidades ni las consejerías, pero también en el terreno laboral", explica Coral Latorre. "Pero en el momento en el que hemos visto una causa para salir a la calle lo hemos hecho, por ejemplo tras el encarcelamiento de Pablo Hasel".

Nosotros estamos muy en contacto con grupos juveniles y tenemos asambleas, nos cuenta Alfonso Rivas, de la Coordinadora de Madrid por la Defensa del Sistema Público de Pensiones de Madrid, COESPE. “Pero a la hora de la verdad, se movilizan muy poco. No sé si es que están desencantados o qué, no sé a qué achacarlo”. "El ejemplo de los pensionistas es un ejemplo muy importante para nosotros, y hemos estado allí apoyándoles", apunta Coral Latorre. “Hace falta mucha pedagogía, porque los jóvenes no lo tienen nada claro”, añade Paca Tricio, presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP) y presidenta del Comité Asesor de 65Ymás. “No tienen interiorizado que deben ser activos y deben tomar las riendas de su propia vida y hacer lo que hemos hecho los demás: pelear mucho”. Sin embargo

Contraste generacional: sentido de comunidad frente a hiperindivualismo

En este espíritu de lucha y reivindicación, sí que existe contraste generacional. “Las personas de más de 65 años tienen mucho más activado su sentimiento de comunidad y saben que a través de la comunidad es como el individuo puede mejorar su calidad de vida. Esto está relacionado con la inteligencia relacional y con la inteligencia social” nos explica Alicia Aradilla, empresaria y socióloga especializada en neurolingüística y comunicación. “Sin embargo, los jóvenes se han criado y se han hecho adultos en una sociedad en la que ha primado mucho más el hiperindividualismo

Si entonces los jóvenes no se han dormido en los laureles, y siguen movilizados, ¿por qué existe esa percención de que que no es así? En este sentido la sociológa Alicia Aradilla asegura que las personas mayores tienen un componente de constancia que no tiene una generación más joven. “La clave es la constancia en la motivación. Los jóvenes están muy motivados y son más reactivos. Frente a un estímulo externo el joven reacciona. Sin embargo, las personas mayores de 65 años, y en general los mayores, también reaccionan frente a un estímulo externo, pero lo hacen con una motivación mucho más constante”, dice. “Por eso son capaces de manifestarse, desde hace años, todos los lunes de año

Jóvenes, ¿desmotivados o silenciados?

La secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Coral Latorre introduce otro factor en la coctelera: y es la forma en la que se analizan y comunican los movimientos sociales juveniles. “En los últimos años, en la medida en que ha aumentado la represión contra los movimientos sociales se ha criminalizado de forma consciente a la juventud. Con las movilizaciones por Pablo Hasel nos han llamado vándalos y terroristas. Y cuando hemos intentado salir el 8 de marzo, a pesar de no estaban prohibidas las movilizaciones, no nos han dejado” explica la jóven. “Nos han llamado irresponsables y nos han culpado del avance de la pandemia. Hemos visto morir a nuestros abuelos en las residencias privatizadas, pero nos responsabilizan del avance de la enfermedad por los botellones. Ese mensaje se ha lanzado día tras día contra la juventud”, se queja Latorre.

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En materia de lucha, la experiencia también es un grado

Aunque tengamos cierta edad y nuestra etapa laboral haya finalizado seguimos siendo los jóvenes del 68, sentencia Victor Etayo. El profesor Tomás Alberich coincide: “es una generación ha vivido otras luchas sociales que en parte han sido exitosas, como los movimientos vecinales de los años 70 o la propia lucha por la democracia. Y esa generación, que ha estado años sin participar en política social, volvieron a animarse a particiar de una forma activa cuando surge el 15M”. “Las generaciones de más de 65 años han tenido unas experiencias directas que les han dado mucha conciencia en que ha de haber un bienestar de comunidad para que pueda haber un bienestar individual”, añade Alicia Aradilla.

“Los pensionistas de hoy en día, los que estamos en la calle y los que nos hemos movilizado somos la juventud que salió a las calles en el famoso mayo francés del 68, que volvimos a ilusionarnos en la primavera de los claveles de Portugal, que volvimos a salir a la calle en el año 78 para cerrar la etapa franquista” recuerda Victor Etayo.

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La falacia del tiempo libre

En muchas ocasiones se ha reducido la cuestión de las manifestaciones de jubilados, que continúan, incansables, por una mera cuestión de tiempo. Están jubilados y tienen tiempo libre. “Hay un componente de que tienen más tiempo, sí, es cierto” explica Alicia Aradilla. Pero se trata de una reducción demasiado simple. Este no es el verdadero motivo. “Si fuera por una cuestión de tiempo, ¿por qué entonces, los jóvenes no se manifiestas los domingos por la mañana?” se pregunta Aradilla. “No es un tema de disponibilidad de tiempo, porque con el tiempo libre que cada uno tenemos podemos elegir qué hacer, es un tema de motivación y de constancia, de mantener la motivación”.

Estabilidad y energía, mucha energía

Más relevante que el tiempo, es el tener cierta estabilidad. Está demostrado que “la gente que más se moviliza no es la que está en una situación extremadamente precaria, sino la que tiene perspectivas de estar peor pero que tiene unos ingresos mínimamente estables que les permite participar en las movilizaciones” explica Tomás Alberich. “Esto es algo que ya vimos con las asociaciones vecinales de los años 70 y 80, era la gente que tenía una cierta estabilidad en el empleo la que fue más protagonista de esas asociaciones vecinales”, añade.

Esta es una parte de los motivos. “Quien tiene un ingreso fijo, como una pensión, puede participar más activamente en la acción social y en el activismo social”. Probablemente, los pensionistas con mayor precariedad, como viudas con pensiones mínimas, no participen en las movilizaciones. Bastante tienen con pensar qué comer o con qué calentarse cada día. Lo mismo pasa con algunos jóvenes. “Están buscándose la vida, estudiando a tope o buscando trabajo activamente”, cuenta Alberich.

“No es posible la cantidad de personas mayores que están pasando por dificultades importantes en el ámbito del umbral de la pobreza o incluso algunos en pobreza extrema. Personas que están viviendo en soledad sin que nadie les mire ni les eche una mano salvo las asociaciones de mayores, la situación de los copagos, la dependencia, las residencias. En definitiva, no sé por qué motivo este gobierno no ha tomado en cuenta todo eso ya, porque la verdad es que estamos en una situación tremendamente difícil” añade Anatolio Díez.

Junto a la estabilidad, también hay que destacar que la salud y la energía de las personas con 65 años hoy en día, no tiene nada que ver con los 65 años de hace décadas. “Es una generación muy activa que se siente protagonista de su propio quehacer diario y que quiere ser útil” dice Tomás Alberich. “Hblamos de jubilados, y en ocasiones de gente que se ha prejubilado, con escasamente 60 años, que tiene energía, goza de buena salud, y eso es también un factor a tener en cuenta”.

Luchar por las pensiones de los hijos y los nietos

En algo sí que hay unanimidad: los mayores no luchan por ellos, sino por las pensiones del futuro. “No me canso de decirlo, nosotros no pedimos para nosotros, lo pedimos parra los jóvenes” dice Paca Tricio. “Nosotros no nos movilizamos por nosotros mismos, sino por los compañeros que lo están pasando mal ahora mismo, porque están pasando fatigas y calamidades. Y por nuestros hijos y nuestros nietos” asegura Alfonso Rivas.

“Nosotros ya somos pensionistas. Protestamos por la revalorización y por algunas otras cosas, pero, en realidad, estamos defendiendo la situación de nuestros jóvenes, que no se pueden separar de la familia, con sueldos míseros ni opciones para hacer una larga carrera de cotización”

“No pedimos lo imposible ni la utopía ni un sueño. Lo que pedimos es un derecho social”, explica Víctor Etayo. “No estamos luchando por mejorar nuestras pensiones, estamos luchando por dejar un mundo socialmente más justo. Un mundo socialmente más comprometido con los derechos de los menos que tienen. Yo jamás, en los años que llevo en esta lucha de pensiones, jamás hablo de mí. Siempre hablo de aquellos que están aún peor que yo. Lucho por mis hijos y por mis nietos y mis nietas”

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La lucha continúa, sobran los motivos

Sobran los motivos para seguir con las movilizaciones porque, hasta el momento, no han conseguido demasiado. “No nos escuchan para nada, absolutamente para nada” se lamenta Victor Etayo. “Si nos tuviesen en cuenta, para empezar, no tendríamos a un ministro de la Seguridad Social que yo no sé que pinta en un gobierno socialista”, se queja.

“No se deberían de poner en duda cuestiones tan importantes como se están poniendo en este momento, en relación al estado del bienestar. Yo creo que el Gobierno tiene una oportunidad histórica”, dice Anatolio Díez. “Pero no sé por qué se está tardando tanto en dar una salida, por ejemplo, al tema de las pensiones. La derogación de la reforma del 2013 del PP se podría hacer ya sin ningún problema, o garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas, independientemente de que haya otras cuesetiones que puedan ser a más largo plazo”, sostiene.

“Nosotros nos movilizamos porque no hemos conseguido nada o prácticamente nada. Quitar el 0,25% de Rajoy y poco más, así que tenemos que seguir movilizados” dice Alfonso Rivas, en relación a la revalorización del 0,25% que aplicó el Gobierno popular antes de que Pedro Sanchez volviera a ligar las pensiones con el IPC. Algo más optimista se muestra Anatolio Díez. “Las movilizaciones sí que tienen su efecto, no cabe duda de que la presión en la calle sirve y los gobiernos no legislan igual que si no existiera esa presión”, dice.

“Ahora mismo hay que seguir luchando por la pensión mínima, por la brecha de género, por los jóvenes pensionistas… porque hay gente que está pasando hambre en nuestro colectivo porque cobra muy poco. Y también pedimos una auditoría de la Seguridad Social, porque queremos saber dónde han ido nuestras cotizaciones y para qué se han utilizado”, añade Rivas, quien ya adelanta que trabajan por una gran movilización: “la idea es que el 16 de octubre de este año volvamos a repetir la gran manifestación de Madrid celebrada hace dos años”.

Es imposible que todo lo que ha pasado no tenga un reflejo en la calle con movilizaciones. Estos días hemos hablado también con los pensionistas y puede que haya movilizaciones unitarias de todos los movimientos sociales en otoño” nos avanza Coral Latorre, secretario general del Sindicato de Estudiantes. “Hay muchas opciones abiertas, aún no sabemos cómo, pero en otoño, eso es seguro, volveremos con más ganas que nunca a la movilización. Tenemos muchos temas abiertos, en el terreno educativo, el paro, el asunto de la represión y exigimos a este gobierno, que se dice progresista que responda a las movilizaciones de los jóvenes”

Lo suyo sería unirnos, jóvenes y mayores en estas reivindicaciones” apunta Paca Tricio. “Porque ellos van a ser pensionistas en algún momento, y no sé por qué este mensaje no les cala, no sé por qué esta lucha no la consideran como suya. No son conscientes de que tienen que implicarse en algo que es más suyo que nuestro, porque los padres no van a estar siempre ahí para ayudarles”. Alfonso Rivas coincide: “Están en juego no nuestras pensiones, que al fin y al cabo nosotros ya cobramos”.

En este sentido, la socióloga Alicia Aradilla nos lanza, a modo de reflexión, una pregunta: ¿seremos capaces de romper del desprecio que ha habido a las generaciones de mayores y comenzar a ver el legado que nos están dejando a gritos?

Sobre el autor:

Beatriz Torija

Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.

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