Pensiones

Jubilarse a los 75 beneficiaría a la Seguridad Social, pero exigiría compatibilizar pensión y empleo

Marta Jurado / Pepa Montero

Foto: BIGSTOCK

Miércoles 29 de septiembre de 2021

ACTUALIZADO : Miércoles 29 de septiembre de 2021 a las 10:26 H

10 minutos

Empresas y sindicatos necesitan cambiar el chip y apostar por el talento sénior, según expertos

Jubilarse a los 75 beneficiaría a la Seguridad Social, pero exigiría compatibilizar pensión y empleo
Marta Jurado / Pepa Montero

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Miércoles 29 de septiembre de 2021

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Escrivá desata la polémica: pide "un cambio cultural" para trabajar hasta los 75 años

Retrasar la jubilación a los 75 años: "En el campo y en la construcción no aguantas hasta esa edad"

 

La polvareda levantada por las declaraciones del ministro José Luis Escrivá sobre un cambio de mentalidad acerca de la edad de jubilación, apuntando incluso a los 75 años, esconden una realidad evidente: cuanto más tarde se jubilen los actuales trabajadores, sobre todo los de la generación del baby boom, mejor paradas saldrán las cuentas de la Seguridad Social. Asimismo, y siempre que el retraso sea voluntario, beneficiaría al talento sénior más cualificado, es decir, colectivos de profesionales como profesores, catedráticos, médicos, jueces, abogados... En cambio, es seguro que contaría con la oposición de las empresas (no quieren ni oír hablar de cargar con empleados sénior caros y con muchos derechos adquiridos) y de los sindicatos (defienden la jubilación a los 65 y dar entrada a los jóvenes). Además, exigiría compatibilizar el cobro de la pensión y continuar trabajando, según los expertos consultados por 65Ymás, la mayoría de los cuales piensa que alargar el retiro no tiene por qué perjudicar al empleo juvenil.

"Si el sistema estuviera bien diseñado, el que una persona retrasara voluntariamente su edad de jubilación no debería influir en la sostenibilidad de la Seguridad Social", explica Enrique Devesa, doctor en Economía e investigador del IVIE (@Ivie_news). "Pero, como en España se bonifica poco (incluso con el cambio que se está discutiendo en el Parlamento del 4% por cada año) al que retrasa su jubilación después de la edad ordinaria, eso supondría un menor gasto para el sistema. También es verdad que podría aumentar algo más el Producto Interior Bruto (PIB)".

Este experto en pensiones afirma que la comparación con otros países, donde la tasa de ocupados mayores de 65 años es superior a la española, "puede demostrar que aquí las pensiones son más generosas que en aquellos países y muchos se ven forzados a seguir trabajando. En España lo podemos ver con los autónomos, porque la mayor parte de los que compatibilizan empleo y pensiones o que retrasan más su jubilación son los de este colectivo, debido a la baja cuantía de sus pensiones".

José Antonio Herce (@_Herce), economista y socio fundador de LoRIS (Longevity & Retirement Income Solutions), defiende "alargar la edad de jubilación, pero no para todo el mundo, ni para mañana; lo que necesitamos es pensar en fórmulas que permitan a quien lo desee llegar a los 75 años o más. Mientras no se obligue a nadie a jubilarse, ni a no jubilarse, ¿qué problema hay en retrasar el retiro, si eso además redunda en pensiones mejores, más sostenibles y más justas?"

No obstante, señala que para ello, tiene que cambiar la mentalidad de empresas y sindicatos, y recuerda cómo los sindicatos y la patronal decidieron volver a la jubilación obligatoria, forzosa, pactada en los convenios colectivos. “Decían que para facilitar el relevo generacional, bajo la premisa, nefasta y tóxica, de que los jóvenes y los mayores son sustituibles en los puestos de trabajo, y es una aberración pensar de esa forma”. Para Herce, el alargar la edad de jubilación “no perjudica el empleo juvenil, todo lo contrario. Los mayores no quitan el empleo a los jóvenes”, y respecto a modificar la edad legal, cree que, una vez que lleguemos a los 67 en 2027, "tendríamos que indiciar las variaciones futuras de la edad de jubilación a la esperanza de vida".

Retirarse más tarde, de modo voluntario/incentivado

Para Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico de BBVA Research, "retrasar la jubilación de manera voluntaria o simultanearla con el trabajo tiene muchas ventajas sociales o individuales. La evidencia entre las sociedades europeas es, en general, que los países con mayores tasas de empleo de la población entre 55-64 años tienen menores tasas de desempleo entre los jóvenes. El empleo de unos colectivos genera más oportunidades en otros". Eso sí, Doménech insiste en que siempre "hay que distinguir la jubilación flexible y voluntaria, por ejemplo a los 75 años, de la edad legal de jubilación que sirve de referencia para el cálculo de la pensión inicial para jubilaciones normales".

En parecido sentido, Alfonso Sánchez, doctor en Economía por la Universidad Carlos III de Madrid y colaborador de FEDEA (@socialfedea), asegura que "quienes defienden el retraso en la jubilación lo plantean de modo voluntario/incentivado y como respuesta a las ganancias de esperanza de vida futura. Nunca como una imposición general para toda la población". No obstante, Sanchez sí ve necesario "el debate respecto a retrasos razonables en la edad de jubilación, para la parte de la población de mayores que desea continuar trabajando".

En cuanto a hipotéticos perjuicios para el empleo juvenil, argumenta que "el enorme desempleo juvenil debe abordarse en paralelo, con diversos tipos de medidas (sobre la temporalidad, adecuación educativa, flexibilidad …) que no entran en contradicción con los objetivos para los mayores".

Empleado sénior en oficina
Foto: BigStock

"Empresas y sindicatos tienen que cambiar el chip"

El economista y profesor asociado de la UIB, Pau Monserrat (@pmonserrat), coincide en que la Seguridad Social saldría beneficiada, porque reduciría el gasto en pensiones y aumentaría los ingresos; y pone el acento en que "el talento senior no puede ser expulsado de un mercado laboral sano. Las personas que quieran seguir ejerciendo su trabajo tienen que poder hacerlo. Un profesor de universidad perfectamente puede hacerlo, quizá con una intensidad de horarios adaptada; un médico, un juez, un abogado…". Pero, para ello, advierte, es imprescindible "un cambio de mentalidad en las empresas, que a menudo toman decisiones vergonzosas y buscan empleados jóvenes porque son más baratos y discuten menos".

Para Monserrat, "los sindicatos también tendrían que cambiar el chip, modernizarse y ver que no se puede defender exactamente lo mismo que se defendía durante la revolución industrial". Asimismo, considera que "el empleo juvenil se vería afectado negativamente por una subida de la edad de jubilación, ya que nuestro mercado laboral está mal estructurado, con una mentalidad empresarial y unos incentivos erróneos, que hacen que las empresas solo contraten personal de una cierta edad". 

Solución: cobrar pensión y seguir trabajando

"Si hablamos de la Seguridad Social, el hecho de jubilarse más tarde contribuye evidentemente a la sostenibilidad del sistema, al extenderse el periodo de cotización activa y retrasarse el periodo de percepción de las pensiones, adecuándolo a la evolución de la esperanza de vida. Por similares razones, las prestaciones de los sistemas complementarios serían mayores al extender el periodo de aportación a estos sistemas y retrasar su disposición", explica Mariano Jimenez Lasheras, presidente de la Organización de Consultores de Pensiones OCOPEN (@OCOPEN_) y director general de CPPS Asesores.

Pese a la polémica por las palabras del ministro, Jiménez no cree que se esté hablando de retrasar la edad legal hasta los 70 o 75 años. "Lo que sí debería plantearse son medidas en el mercado laboral incentivadoras de la continuidad laboral y del retraso de la jubilación que sean compatibles también con las posibilidades y necesidades empresariales. Se está desperdiciando talento sénior, no hay fórmulas que permitan o incentiven seguir desarrollando trabajos en las empresas en otras áreas, con otras jornadas, incluso haciendo compatible la jubilación y el trabajo".

Desde la perspectiva de las empresas, Eva Valero, directora del Observatorio de Pensiones de Caser, recuerda que, en determinados puestos, "contar con personas con experiencia es importante para continuar desarrollando el negocio" y que, a día de hoy, "ya hay personas en algunas profesiones que continúan realizando su trabajo: profesores de universidad, abogados, médicos… Es importante facilitar los trámites para que se pueda realizar". Respecto a los efectos en la Seguridad Social, Valero resalta: "Está claro que continuaría recibiendo ingresos en lugar de sólo pagos".

Asimismo, "hablando del retraso de la jubilación de forma voluntaria y, probablemente, trabajando en una jornada reducida, podemos destacar que los mayores de 65 años desean estar activos con actividades como deporte, asistir a conferencias…, tal y como nos han revelado en los estudios del Observatorio de Pensiones. Por lo que, creemos que podría complementarse ese ocio con algunas horas de trabajo", detalla la directiva de Caser. 

Los seguros como complemento de la pensión

El director del Instituto Santalucía, José Manuel Jiménez Rodríguez, defiende ligar la edad de jubilación a la esperanza de vida, y está convencido de que "los seguros seguirán siendo un instrumento complementario a la pensión de la Seguridad Social, adaptándose a la evolución de la esperanza de vida". Los cambios en la longevidad, explica, "se reflejan en los seguros a través de las tablas de mortalidad, que por cuestiones regulatorias se actualizan periódicamente con el consiguiente efecto en los seguros de ahorro, riesgo y renta. Además, el aumento de la esperanza de vida también tendrá efecto en la duración de los seguros, con incrementos de edad de contratación en ciertos seguros, como rentas y aumentos de la edad de vencimiento o salida como en los seguros de ahorro o fallecimiento". 

Para Jiménez, en un supuesto caso de alargamiento de la edad de jubilación, la necesidad de ahorro se mantendría: "La necesidad de la previsión sigue inalterable".

El problema del envejecimiento poblacional

Grupo de personas mayores
Fuente: BigStock

Polémicas aparte, la prolongación de la vida laboral es una de las medidas que mayor impacto benéfico puede tener sobre la salud financiera de la Seguridad Social, debido a que la pirámide poblacional española, con las características propias de una economía desarrollada, anticipa un agravamiento progresivo del problema del gasto en pensiones derivado del envejecimiento poblacional en los próximos veinte años, "debido a la llegada a la edad de jubilación de la denominada generación de los baby boomers. La pirámide poblacional española ya delataba la presencia de ese fenómeno desde la mitad del siglo pasado, con unas dinámicas poblacionales que han provocado un efecto constrictivo sobre la misma (por el envejecimiento poblacional) sensiblemente mayor al de otros países desarrollados y, de acuerdo con las previsiones de la ONU, solo llevará a una pirámide de tipo estacionario hacia finales de este siglo", según un informe del Servicio de Estudios de Mapfre. 

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Marta Jurado / Pepa Montero