Alfonsa Muñoz (Santander) pide impulsar la adhesión automática del trabajador al plan de empleo
Debate 65YMÁS 'Planes de pensiones de empleo: por qué no triunfan’, con Santander, MAPFRE y Ocopen
"Hay que repensar los límites de aportación a planes de pensiones", afirma Alfonsa Muñoz
En España, el sistema de planes de pensiones de empleo, donde el ahorro para la jubilación lo generan las empresas y los trabajadores, está todavía en pañales: el patrimonio se halla estancado en 40.000 millones de euros (datos de septiembre de 2025) y tan solo 1 de cada 10 trabajadores cuenta con plan de empleo. Las expectativas creadas con la Ley 12/2022, de 30 de junio, de reforma de los planes colectivos, están, pues, muy lejos de cumplirse.
Alfonsa Muñoz, directora de Previsión Colectiva en Santander Pensiones (@santander_es), pone cifras a la baja tasa de penetración de los planes de empleo: "Menos de 3 millones de personas tienen un plan de empresa en España". A su juicio, existen varias razones de esta mínima aceptación: por parte de las empresas ("las pymes son el gran reto, ven el plan de empleo como un gasto más"), por parte de los trabajadores ("suelen anteponer el salario hoy, en vez del ahorro del mañana"), por parte de los sindicatos ("no se oponen, pero suelen relegarlos al negociar el convenio") y el marco regulatorio ("lentitud extrema, incentivos que no se conocen o son insuficientes").
La directiva de Santander Pensiones defiende "avanzar hacia la adscripción por defecto, de manera automática, del trabajador al plan de empleo. Es una fórmula que funciona en países como Reino Unido, y sería exportable a España". Así lo ha explicado en el debate 65YMÁS ‘Planes de pensiones de empresa: ¿por qué no triunfan en España?’, presentado por Ana Bedia (@AnaBedia), directora del diario, con Ignacio Sanz Alonso, director de Negocio Colectivo y Previsión Social Empresarial de MAPFRE España (@MAPFRE_ES); y Mariano Jiménez, presidente de Ocopen (@OCOPEN_).

Alfonsa Muñoz: "Menos de 3 millones de personas tienen plan de empleo en España"
PREGUNTA.- ¿Qué características e impacto tiene la última Ley de reforma de planes de pensiones, de 2022?
RESPUESTA.- La Ley 12/2022, de 30 de junio, de regulación para el impulso de los planes de pensiones de empleo, se hizo para potenciar el segundo pilar de la previsión social, muy necesario en un país como España, donde tenemos una tasa de dependencia de las pensiones públicas muy elevada y una tasa de penetración muy baja del segundo pilar. De hecho, en la actualidad, menos de 3 millones de trabajadores cuentan con plan de pensiones de empleo, siendo la población ocupada de más de 20 millones de personas.
P.- ¿Qué cambios ha introducido esta ley, y cuál es el panorama actual de los planes colectivos de ahorro para la jubilación?
R.- Las novedades más relevantes tienen que ver con la creación de nuevos vehículos de ahorro, con dos patas fundamentalmente. Por un lado, se crean los fondos de pensiones de promoción pública, que de entrada son una iniciativa interesante. Se trata de vehículos promovidos por el Estado, con comisiones competitivas, administrados por entidades gestoras privadas y supervisados por una Comisión de Control especial única para todos los fondos. Y con una particularidad bastante interesante: la creación de una plataforma digital común para ayudar a las entidades gestoras y a las depositarias en la operativa y ofrecer servicio a aquellas empresas partícipes y beneficiarios que estuvieran adheridos. A priori, parecía un producto que pudiera ser eficiente, competitivo y de fácil llegada a las empresas. Pero la realidad es que aún no han echado a andar, por problemas reglamentarios.
"El plan de pensiones de promoción pública no ha visto la luz aún"
P.- Además de planes de empleo de promoción pública, la Ley ha creado planes de empleo simplificados...
R.- Como segunda gran novedad de la ley, destacaría los planes de pensiones de empleo simplificados, enfocados en pymes, autónomos y sectores donde la presencia de planes de ahorro colectivo era nula o muy reducida. Productos que, además, se pueden integrar dentro de un fondo público o bien uno privado, a elección. La característica fundamental de estos vehículos es la sencillez, un aspecto clave, porque las empresas, cuando quieren implementar un producto de empleo, analizan si conlleva complejidad administrativa o no. Y con los planes simplificados se facilita mucho el proceso: no hay reglamento único específico para el propio plan, no hay comisión de control única, con lo cual su implementación es más fácil. Asimismo, la Ley de reforma 12/2022 contempla incentivos para empresas y trabajadores, pero lo que hay que valorar es: ¿realmente estas novedades han tenido éxito o no? Esa es la clave.
P.- ¿Qué dicen los números del éxito o fracaso de los nuevos planes de pensiones de empresa?
R.- Hay más sombras que luces. En primer lugar, el plan de pensiones de promoción pública no ha visto la luz aún. En diciembre de 2023, las cinco gestoras seleccionadas (el Santander participa) teníamos el compromiso de tener registrados en la Dirección General de Seguros, cada gestora, tres fondos de pensiones con distintos perfiles de riesgo, pero la implementación está totalmente parada por desarrollos reglamentarios que no llegan y que no sabemos si van a llegar mañana, dentro de un año o dentro de dos. Había un objetivo importante, marcado por el anterior ministro, José Luis Escrivá, quien estableció un mínimo de 2.500 millones de euros en 2026 que, evidentemente, no se ha podido cumplir, porque estamos al cierre de 2025 y es algo que evidentemente está perdido. Con respecto a los planes simplificados, ha habido algo de empuje, pero desde 2022 acumulan (datos de septiembre) unos 540 millones de euros, en parte gracias a los autónomos y en parte por el plan de pensiones de la construcción. En definitiva: hay una ley que, efectivamente, pretendía impulsar el segundo pilar de la previsión social, pero algo está fallando, porque los números no son ni mucho menos los que el Gobierno preveía.
"La baja tasa de planes de empleo se debe a factores por parte de empresas, trabajadores, sindicatos y marco regulatorio"
P.- ¿Por qué no cuajan los planes de pensiones de empresa en España?
R.- No hay una única razón, sino una combinación de varios factores por parte de las empresas, trabajadores, sindicatos y problemas del marco regulatorio. Al hablar de empresas, hay que subrayar las dificultades de las pymes, que a menudo ven el plan de pensiones como un gasto adicional y tienen márgenes ajustados, momentos de incertidumbre, lo que frena que puedan establecer un compromiso a largo plazo con los trabajadores. También les asusta la complejidad administrativa de esta tipología de producto: si necesitarán asesoramiento fiscal, jurídico o incluso un consultor, lo que añade carga administrativa. En cuanto a los incentivos fiscales, existen, pero las empresas no los conocen o no les parecen suficientes. Desde el punto de vista del trabajador, la dificultad procede de que suelen preferir salario hoy, en vez de pensión futura. Los empleados necesitan además información de las ventajas fiscales, de la tipología de productos, del marco regulatorio, porque a veces es un producto difícil de entender. Con respecto a los sindicatos, no se oponen a la implementación de esta tipología de vehículos, pero en las negociaciones colectivas se habla de temas como salarios, jornada laboral, conciliación, igualdad y dejan de lado el ahorro complementario. Hay otros países donde sindicatos y empresas gestionan grandes fondos de pensiones, en Países Bajos, por ejemplo, pero en España esto se antoja difícil. Y luego, por último, los planes de empleo tienen otro freno en el marco regulatorio: unos vehículos están sin crear y en otros, la implementación y el desarrollo están siendo muy lentos.
"La Comisión Europea recomienda la adhesión automática a planes de pensiones de empleo"
P.- ¿Es partidaria de la adscripción por defecto, automática, de los trabajadores a los planes de empleo?
R.- Un punto fundamental de la Ley de reforma española de planes de pensiones es que no establece la adscripción automática cuando la persona inicia su vida laboral. Esto en otros países, como Reino Unido, se hace, y ha resultado todo un éxito. Creo que este es un factor clave, determinante. Soy defensora de avanzar hacia el autoenrolment, esto es, la adscripción por defecto al plan de pensiones de empresa. Considero que el debate sobre este sistema no se ha planteado en España en profundidad, y sería muy necesario que se sentaran a debatir los distintos agentes, para valorar si esta fórmula tiene o no encaje en la legislación española, y cómo se podría poner en marcha. Hay que recordar que, a día de hoy, el autoenrolment figura entre las recomendaciones de la Comisión Europea y también forma parte de las de la OCDE. Lo que tendría que ocurrir es que pase de ser una recomendación a una obligación. A mi juicio, esto sí que puede marcar la diferencia en la evolución del segundo pilar de pensiones en nuestro país.



