Poneros vuestras botas y salir a caminar en plena naturaleza es una propuesta que para los más pequeños suele resultar de lo más apetecible. Practicar senderismo con tus nietos es una actividad que os reportará a ambos un sinfín de beneficios. A los que conlleva el propio ejercicio, hay que añadir la complicidad que implica el hecho de vivir juntos una aventura descubriendo nuevos parajes. Si este fin de semana toca quedarse con los niños, un buen plan es dar un paseo por alguna ruta sencilla, siempre teniendo en cuenta algunas premisas importantes.
Así lo recuerda la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (@fedme_es) que, en su Código de Seguridad, incluye cinco consejos básicos que no debes olvidar:
Tienes muchos entre los que elegir, pero debes tener en cuenta tu propia condición física y también la edad de tus nietos. Según sus años, un pequeño paseo de dos kilómetros puede ser más que suficiente y para niños más mayores puedes optar por rutas que no superen los 7 u 8 kilómetros, preferentemente circulares, pues a los niños repetir el camino de vuelta no les suele apetecer. Si tienen algún elemento divertido y sorprendente, como un bosque mágico, una cascada en mitad del camino o quizá algún dinosaurio que pueda presentarse en cualquier momento y despierte su imaginación, mucho mejor. Aquí tienes tres buenas ideas.
Éste es un camino tan sencillo como bonito, que no llega a los dos kilómetros de recorrido, por lo que es una opción a tener en cuenta para sumergiros en la belleza del frondoso paisaje de Asturias (@TurismoAsturias). Las cascadas se encuentran próximas a la localidad de Oneta, en el municipio de Villayón. Son tres espléndidos saltos de agua que el río del mismo nombre, en su recorrido por el bosque ha excavado caprichoso en la roca. Tras dejar el pueblo, atravesaréis por una bonita zona de prado y poco a poco el paisaje irá cambiando hasta atraparos en el bosque que guarda el Monumento Natural que forman las tres cascadas.
Lleva este nombre en honor de uno de los pioneros del senderismo y del montañismo en la Sierra de Guadarrama, Antonio Victory, y es una ruta con algo más de dificultad pero que puedes hacer perfectamente con niños que tengan en torno a los 6 u 8 años. Un bonito paseo, de cerca de tres kilómetros, os permitirá disfrutar de algunas de las panorámicas más bellas del Valle de la Fuenfría. Para descubrirlo, tendréis que llegar a Cercedilla, partiendo de la zona de las Dehesas hasta llegar a la pradera de Los Corralillos.
El camino, fácilmente identificable por las marcas en forma de círculos morados, os llevará en paralelo al arroyo de la Navazuela, mientras iniciáis un moderado ascenso hasta llegar al paraje conocido como Ducha de los alemanes. Este pequeño salto de agua es perfecto para una pausa y disfrutar del entorno natural. Si estáis en forma, podéis continuar subiendo y descubrir algunas de las mejores vistas de la Sierra.
No lo dudes, tus nietos estarán más que dispuestos a hacer esta ruta que supone un viaje a la prehistoria y lo ‘desconocido’. La senda, de dificultad baja y de unos seis kilómetros, os permitirá visitar importantes yacimientos como el de Valdecevillo, el de la Senoba o el de Virgen del Campo en un divertido recorrido circular.
La mejor manera de iniciarla es partiendo de la localidad riojana de Enciso (@lariojaturismo), donde se encuentra el interesante Centro Paleontológico que también podréis visitar. Tras atravesar el puente que cruza el río Cidacos, solo tenéis que seguir las marcas que señalizan la ruta. Hay que recordar que en esta zona y en los distintos yacimientos hay catalogadas más de 1.400 icnitas o huellas de dinosaurio. ¿Podréis juntos descubrir alguna más?