Música

¿Te acuerdas de Elsa Baeza y de Carlos Mejía Godoy?

Mariola Báez

Foto: Divucsa

Sábado 16 de noviembre de 2019

6 minutos

Pioneros en traer a España una música latinoamericana de aires nuevos que nos conquistó en los 70

Elsa Baeza
Mariola Báez

Foto: Divucsa

Sábado 16 de noviembre de 2019

6 minutos

Con ellos tuvimos noticias de un lugar llamado Palacagüina, conjugamos el verbo sulibellar (que no figura en la RAE) y pudimos llamar a Poncio Pilatos "romano imperialista, puñetero y desalmado” mientras tarareábamos la canción CredoElsa Baeza, la cantante y actriz nacida en la localidad cubana de Bayamo, y el intérprete y compositor nicaragüense Carlos Mejía Godoy (@CarlosMejíaGo) sorprendieron con canciones que se convirtieron en grandes éxitos, casi en himnos, en la década de los 70 e inicios de los 80.

 Aquel Credo de la Misa Campesina Nicaragüense o el Cristo de Palacagüina... temas con los que Elsa Baeza alcanzó máximas cotas de popularidad en España, o melodías y letras tan conocidas y pegadizas (gustasen o no) como las de Son tus perjúmenes mujer o Clodomiro el Ñajo, con los que Carlos Mejía no dejaba de sorprender, ocuparon un espacio musical propio y además consiguieron que los intérpretes de estas canciones se convirtiesen en rostros indispensables, que nunca faltaban en los programas y galas musicales de la televisión de hace unas décadas.

Elsa Baeza y su dulce revolución

Hija del escritor chileno Alberto Baeza, Elsa comenzó su andadura musical interesándose por el folk, aunque su despegue artístico se produce con su llegada a España en 1960. Pocos saben que su carrera se centró, en un primer momento, en el cine, protagonizando en 1966, junto a Emilio Gutiérrez Caba, la película Nueve Cartas a Berta, dirigida por Basilio Martín Patino. Tres años más tarde, volvería a la gran pantalla de la mano de Pedro Lazaga, con el film ¿Por qué pecamos a los 40?. En distintas entrevistas, la artista ha señalado que, tal vez, fuera el cine de la época (inicio del destape) lo que provocase que no se centrase en la carrera cinematográfica, dando prioridad a la musical.

Tras participar en la obra musical Los Fantástikos, Elsa pasa a colaborar en programa Especial Pop, de Radio Televión Española (@rtve), donde conoce a Valerio Lazarov, quien se convertiría, en 1970, en su primer marido. Con el arranque de la década, las canciones de Elsa Baeza empiezan a sonar en todas las emisoras. Graba distintas melodías, recuperadas o inspiradas en el folclor hispanoamericano, especialmente aquellas procedentes de Centroamérica. Trabajos como El tiempo de las lilas o Junto al mar hicieron que ganase popularidad, pero fue el Cristo de Palacagüina (1976) y el Credo (1979), ambos temas incluidos en la Misa Campesina Nicaragüense, un proyecto de Carlos Mejía Godoy, en el que también participaron, a principios de los 80, artistas españoles tan conocidos como Ana Belén (@OficialAnabelen) o Miguel Bosé (@BoseOfficial) los que hicieron que Elsa siga siendo, en la actualidad, una artista querida y recordada por toda una generación.

A nivel personal, además de su matrimonio con Lazarov, Elsa volvió a casarse con el actor Joaquín Kremel. Hoy, la intérprete que consiguió que le tuviésemos verdadera tirria a “la mujer hermosa del terrateniente”, tiene dos hijos y varios nietos, En la actualidad, cumplidos los 70, vive en España, dedicada a su familia, aunque no descarta participar en algún proyecto que le resulte interesante, especialmente de televisión.

Nicaragua y Carlos Mejía Godoy

El cantautor nicaragüense, nacido en Somoto, desde muy joven combinó su afición por la música con colaboraciones en radios locales como locutor. Siempre comprometido con la situación política de su país, es sin duda un músico y compositor ecléctico, que ha sabido cantar tanto temas tradicionales de su país, como canciones divertidas junto a otras que han sido himnos de la revolución sandinista.

A nivel musical, su primer gran éxito llegó en 1973, con el tema Cantos de flor de pueblo. En España comienzó a ser conocido junto a su grupo Los de Palacagüina, aunque como compositor, entre sus primeros trabajos, que ocuparon los números uno de las listas musicales de entonces, destacó primero aquel María de los Guardias, interpretado por Massiel. Después de aquello, llegaría su álbum El son nuestro de cada día, con el que él y su grupo obtuvieron un éxito rotundo.

En 1977 su tema Quincho Barrilete gana el Festival de la Oti celebrado en Madrid y a partir de este momento, su popularidad resulta imparable. A los famosos perjúmenes hay que añadir canciones tan aparentemente simples como Clodomiro el Ñajo, que muy poco tienen en común con otras de sus composiciones, como el Himno de la Revolución Sandinista.

En Elsa Baeza, Carlos Mejía Godoy encontró a la interprete perfecta para los temas de su Misa Campesina, creando, con ella, el tándem perfecto para dar a conocer la música y también los cambios sociales que experimentaba Centroamérica en aquellos años 70 y 80.

Tras ocupar distintos cargos políticos en su país y después de su enfrentamiento con el presidente nicaragüense Daniel Ortega, Carlos Mejía Godoy vive actualmente fuera de su país, tras haber recibido en 2013 un gran homenaje por toda su carrera en el Teatro Nacional Rubén Darío de Managua.

Sobre el autor:

Mariola Báez

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