Viajes

El Airbnb para mayores de 50 años que acaba con la soledad

Marta Vicente

Sábado 20 de marzo de 2021

ACTUALIZADO : Lunes 22 de marzo de 2021 a las 13:22 H

5 minutos

Esta comunidad viajera aspira a combatir la soledad de los mayores creando relaciones de amistad

El Airbnb para mayores de 50 años que acaba con la soledad
Marta Vicente

Sábado 20 de marzo de 2021

5 minutos

La soledad es uno de los grandes monstruos que acecha a las personas mayores. A medida que envejecemos, le tenemos más miedo y, cuando el aislamiento no es deseado, puede dejar muchas secuelas psicológicas y cognitivas. Esta situación se ha visto agravada con la pandemia, que ha traído consigo el virus de la soledad. Por ello, cualquier iniciativa que ayude a llenar ese vacío, es bienvenidaThe Freebird Club es un nuevo modelo que surgió en irlanda y, se dice que es como un Airbnb para los mayores, pero va mucho más allá. Esta plataforma es una comunidad de personas mayores de 50 años que, principalmente, buscan disfrutar de la compañía de usuarios afines a ellos. Por ello, más que un modelo es, como su propio nombre indica, un club social que funciona con el poder de la economía colaborativa, donde ambas partes comparten una necesidad. ¿A qué aspira esta plataforma? a combatir la soledad de los adultos y favorecer al envejecimiento activo, saludable y conectado. 

The Freebird Club ofrece viajes y estancias en casas para los mayores de 50 años y cuenta con más de 4.600 miembros repartidos en 73 países. Su principal objetivo es conectar a personas que puedan ganar un dinero extra o viajar por el mundo conociendo gente nueva y viviendo una experiencia única.

Grupo de turistas mayores

Cómo surgió la idea

Freebird surgió en el año 2017 y la idea llegó de repente: nació de una experiencia enriquecedora entre un anfitrión y un invitado que disfrutaban de su compañía.

Peter Mangan es del condado de Kerry, Irlanda. Para conseguir unos ahorros, decidió alquilar habitaciones libres de su casa, donde también vivía su padre jubilado, Owen. Mientras Peter trabajaba en Dublín, Owen se encargaba de dar la bienvenida a los invitados, y le resultó una experiencia agradable. Sin embargo, el momento clave fue cuando coincidió con otros adultos mayores: ocurrió algo especial. "Pasaron noches juntos en el pub local, jugaron al golf, hacían excursiones turísticas locales, con Owen a la cabeza. En definitiva, se estaban divirtiendo y estaban formando amistades que iban mucho más allá de la interacción habitual entre anfitrión e invitado", cuenta el equipo de Freebird. De esta forma, al ver los beneficios sociales de los que disfrutaba su padre, Peter pensó en el bien que también podría hacer esta experiencia al resto de personas mayores de todo el mundo.

Mangan eligió a este público, el de los adultos mayores de 50 años, porque considera que es un momento a partir del cual la soledad comienza a atacar. La jubilación y el perder la compañía cercana a la que antes estaban acostumbrados, es un peligro para ellos.

Cómo funciona

The Freebird Club funciona como una comunidad de confianza donde los que quieran formar parte de ella deben abonar 25 euros de registro y ser aprobados por el resto de miembros. Este pago de inscripción es obligatorio porque "mejora el sentido de confianza, comunidad y seguridad que es tan importante para nuestros miembros. Si no es aprobado, se le reembolsará la tarifa de inscripción completa", señala la plataforma. 

Después, el usuario debe completar el perfil rellenando una serie de intereses y aficiones para encontrar afinidad con otros miembros. Los que quieran unirse como anfitriones deben completar unos datos extra que, posteriormente, revisará el equipo de Freebird Club, para otorgarle el estatus de Freebird Host, de esta forma se garantiza la seguridad en el club.

Los invitados, al seleccionar por fechas y lugar, eligen un anfitrión compatible y le escriben un mensaje a través del sistema de mensajería de Freebird. La plataforma recomienda dar mucha información en este paso, ya que mejora la relación entre ambas partes antes del viaje. Después, el anfitrión, debe dar el visto bueno y mandarle una invitación.

También se puede viajar por parejas, sin necesidad de que ambos viajeros sean miembros. Sin embargo, el anfitrión es quien decide si le conviene, ya que los miembros son los que pasan unos filtros previos, seleccionan las afinidades y mantienen comunicación con los anfitriones.

Grupo de turistas mayores divirtiéndose

Lo curioso es que, al contrario que Airbnb y que otros sitios de alquiler de alojamientos, Freebird no permite poner en alquiler alojamientos y propiedades enteras, ya que el requisitio principal es convivir y crear unos lazos de unión entre ambas partes. Sí que autoriza alquilar cabañas o lugares anexos a la propiedad, pero siempre y cuando se establezca relación con el anfitrión.

Con la pandemia, la posibilidad de viajar es prácticamente imposible. Pero, Mangan confía en el ritmo de vacunación en todo el mundo e ir reactivando los viajes. Tras esto, esta vivencia será mucho más necesaria que antes y, además, supone un menor riesgo que otros modelos, ya que se puede limitar la estancia a una o dos personas.

Finalmente, Freebird Club es uno de los proyectos semifinalistas europeos de los Premios Innovación de la Fundación MAFRE e IE University cuyo ganador será elegido en mayo.

Sobre el autor:

Marta Vicente

Marta Vicente Carmona es Graduada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y Máster de Marketing Digital y en Edición y Postproducción Digital. Es redactora especializada en temas de sociedad y salud y tiene experiencia como Community Manager.

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