"Ahora, en desescalada, les ha dado por restringir la cantidad de EPIs que se pueden usar"

Vuelvo a incidir en ello: mi residencia, a pesar de los pesares, sigue anclada en una gestión de la desescalada aguada y descafeinada. Ahora, la empresa utiliza a un grupo de residentes con cierta independencia para hacer que cumplen con las fases. Les bajan a caminar por el entorno del centro o al comedor, y parece que todo va bien, pero no es cierto.

La gran mayoría siguen abandonados a su suerte en un confinamiento que se hace eterno. Y es que, al ser más vulnerables y no poder moverse por ellos mismos, no se les incluye en el programa. 

Luego, la desinfección del centro sigue sin hacerse en los tiempos correctos. Además, lo hace el personal de limpieza, pero con productos que no son los adecuados ni tienen el material necesario.

Y después, está el tema de la dirección. Cada cierto tiempo pongo en su conocimiento estos hecho y no se digna a contestar. Lo último que les ha dado por hacer es restringir el material de protección a los trabajadores, con el peregrino argumento de que no hay infectados. Pero no es cierto, mi residencia no está limpia de COVID-19. Es verdad que sólo hay dos personas infectadas en la planta 3, pero no se ha acabado con el virus.

Y como no me canso de repetir, los trabajadores son vía de contagio y, por ello, y por su salud, es necesario protegerles. Así que, más protección y menos aislamiento preventivo, que parece que no aprendemos.