Expertos

¿Por qué hay zurdos?

Ramón Sánchez-Ocaña

Miércoles 10 de noviembre de 2021

ACTUALIZADO : Viernes 7 de enero de 2022 a las 12:58 H

2 minutos

¿Por qué hay zurdos?
Ramón Sánchez-Ocaña

Miércoles 10 de noviembre de 2021

2 minutos

¿Por qué hay zurdos? Porque tenemos dominante uno de los hemisferios cerebrales. Como es sabido, el hemisferio derecho gobierna la parte izquierda del cuerpo, y el izquierdo gobierna la parte derecha. El que domine determinará si se es diestro o zurdo. La predilección por el uso de una mano, por ejemplo, ya aparece en el útero y hacia el año y medio de vida suele aparecer una preferencia clara por el uso diestro o zurdo.

Durante tiempo se obligaba a los zurdos a utilizar la mano derecha, lo que les creaba un conflicto cerebral notable. Todo obedecía a que el uso de la mano izquierda estaba muy mal visto. Baste decir que se habla de "siniestro" como oposición a diestro. Y la única realidad es que su hemisferio dominante es el derecho. Y tienen distinta percepción. Por ejemplo, tienen una mejor concepción espacial. Por eso, entre pintores y dibujantes hay muchos más  zurdos que entre otras profesiones. Y hay una que tienen muchísimos más zurdos que cualquier otra: los arquitectos.

Seguramente somos los únicos vertebrados que tenemos una mano dominante. Parece ser que tiene un componente hereditario; no la zurdera en sí, sino la dominancia de una parte del cerebro. Si los dos padres son zurdos, la mitad de los hijos son zurdos. Si solo uno de los padres utiliza la mano izquierda, la cuarta parte de los hijos van a ser zurdos. Y si ninguno de los dos es zurdo, la posibilidad de que el hijo sea zurdo no supera el 2 por 100. Pero esa posibilidad existe

No se debe forzar a usar la mano derecha, porque se  obliga a un sobreesfuerzo a una parte del cerebro que no está preparada para ello. Y por tanto hay una tensión especial. Los expertos dicen que casi todos los zurdos a los que se ha obligado a utilizar la mano derecha tienen algún problema de lenguaje. Tartamudean, por ejemplo.

Suele decirse que los zurdos tienen más accidentes  y tiene su razón: el mundo está  construido por los diestros y para los diestros. De manera que, por lo pronto, hay más facilidad para el accidente. Por cada 8 accidentes de un zurdo hay uno de un diestro. Pero no es porque el zurdo sea más torpe. Es simplemente porque las cosas que están a su servicio no están hechas para zurdos, sino para diestros.

Un zurdo empieza a ser raro desde el colegio ¡Si hasta los palotes están hechos para el otro lado!

Los porqués de Ocaña - consultorio

Sobre el autor:

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña (Oviedo, 1942) es miembro del Comité Editorial de 65Ymás. Estudió Filosofía y Letras y es licenciado en Ciencias de la Información. Fue jefe de las páginas de Sociedad y Cultura de El País, y profesor del máster de Periodismo que este periódico organiza con la Universidad Autónoma de Madrid. 

En 1971 ingresa en TVE. En una primera etapa se integra en los servicios informativos y presenta el programa 24 horas (1971-1972). Entre 1972 y 1975 continúa en informativos, presentando el Telediario. No obstante, su trayectoria periodística se inclina pronto hacia los espacios de divulgación científica y médica, primero en Horizontes (1977-1979)​ y desde 1979 en el famoso Más vale prevenir, el cual se mantiene ocho años en antena con una enorme aceptación del público.

Tras presentar en la cadena pública otros dos programas divulgativos, Diccionario de la Salud e Hijos del frío, fue fichado por Telecinco para colaborar primero en el espacio Las mañanas de Telecinco y posteriormente en Informativos Telecinco.

Es colaborador habitual de radio, periódicos y revistas, y autor de una veintena de libros, entre los que destacan Alimentación y nutrición, Francisco Grande Covián: la nutrición a su alcance, El cuerpo de tú a tú: guía del cuerpo humano, Guía de la alimentación y Enciclopedia de la nutrición

En 2019 entró en el Comité Editorial del diario digital 65Ymás, en el que colabora actualmente.

… saber más sobre el autor