

Ellas tienen mayor riesgo cardiaco
Ramón Sánchez-OcañaJueves 7 de noviembre de 2019
2 minutos

Jueves 7 de noviembre de 2019
2 minutos
Un dato elocuente: la mitad de las mujeres que mueren en España cada año, fallecen como consecuencia de una enfermedad cardiovascular. Los problemas cardiovasculares son mucho más graves en la mujer. Tras un primer infarto de miocardio, una mujer tiene un 50% de posibilidades de fallecer, frente al 30% de los varones. Sin embargo, pese a lo dramático de estas cifras, la mujer no recibe ni la atención ni el cuidado que se procura al hombre. Por si fuera poco, no tiene la consideración preventiva que debería tener, porque se sigue ignorando que es la principal causa de muerte entre las mujeres europeas. Causa mas muertes que el conjunto de los cánceres.
Se calcula que de las personas que sobreviven, el 46 por 100 de las mujeres quedan discapacitadas por una insuficiencia cardiaca; en los varones esa discapacidad solo afecta al 22 por 100.
¿Y por qué? Para los especialistas la razón es clara: el retraso en el diagnóstico, que afecta mucho mas a la mujer. La idea errónea de que son los varones los que sufren del corazón hace que no se tomen las medidas necesarias. Además, cuando las placas de ateroma se fijan en las coronarias es mas grave en la mujer. En ellas, aparecen lesiones en los vasos mas pequeños y se suele producir mas el vasoespasmo: tienen lesiones más extensas.
Los factores de riesgo que se le insiste en tener en cuenta al varón, no parecen tener el mismo eco cuando se habla de la mujer. Y ahí hay que empezar la batalla. Hipertensión, colesterol alto, diabetes, tabaquismo, obesidad y sedentarismo son los principales factores de riesgo. Y hay que hacer hincapié en que algunos son fácilmente modificables sólo con cambiar hábitos de vida y la dieta. A partir de los 45-50 años un porcentaje elevado de mujeres tiene hipertensión (15 por 100) y alteraciones de lípidos y colesterol (30 por 100); pues bien, la mayoría -más del 60%- padece sedentarismo. Bastaría con andar a paso ligero unos 30 minutos cada día o al menos varios días a la semana.
Lo dramático del caso es que la mujer española tiene buena salud, pero no hace prevención de la vejez. Por eso, casi la mitad de la población femenina mayor de 65 años sufre alguna forma de discapacidad, normalmente ligada a la osteoporosis.