Consejos

Aprende a gestionar las propinas que das a tus nietos

Verónica Mollejo

Foto: Bigstockphoto

Domingo 13 de octubre de 2019

3 minutos

Es muy importante que los niños aprendan a ahorrar y administrar su dinero desde pequeños

Cómo gestionar la propina que das a tus nietos
Verónica Mollejo

Foto: Bigstockphoto

Domingo 13 de octubre de 2019

3 minutos

Dar una propina a tu nieto cuando lo ves es un gesto que la mayoría de abuelos cumplen a rajatabla. Un dinero con el que el pequeño puede comprarse unas chuches, unos cromos o un diminuto coche de juguete. Sin embargo, en algunas ocasiones, este presente se nos va de las manos, pues los niños esperan con ansia su paga semanal con nuestra visita, además de fomentar su consumismo y el despilfarro.

Aunque pueda parecer demasiado pronto, es importante que los niños aprendan cuanto antes el valor del dinero y las ventajas de ahorrarlo y administrarlo correctamente. En este sentido, la formación financiera de las nuevas generaciones debe ser una prioridad tanto para sus progenitores como para el resto de personas que completan su educación. Por supuesto, los padres son los máximos responsables, pero tú también puedes ayudar con algunas sencillas pautas. ¿Cuáles son?

Cómo gestionar la propina que das a tus nietos

Poco dinero y con poca frecuencia

Uno de los aspectos más importantes es la edad a la que tu nieto puede empezar a recibir una propina. Los expertos aseguran que a los siete u ocho años el niño ya está preparado para comenzar con el aprendizaje. Eso sí, las primeras veces será de gran ayuda acompañarle a la tienda para enseñarle a leer los precios, recibir el cambio y administrar esa pequeña prima. Y es que la cantidad no debe superar los dos o tres euros, más que suficiente para sus gastos. Aunque con el paso del tiempo puede ir aumentando.

También se puede dar el caso de que quieran ahorrarlo para hacer una compra mayor en el futuro. Una decisión que debes respetar y orientar de la manera adecuada. Planifica con tu nieto la mejor manera de gestionar ese dinero, cómprale una hucha y, cuando esté listo para gastarlo, déjalo que disfrute del resultado de dicho esfuerzo, que para él será de lo más gratificante.

En cuanto a la frecuencia, ten en cuenta que lo más seguro es que sus padres ya le den una paga, por lo que tus propinas no deben ser tan habituales como te gustaría. Cada dos o tres semanas es un buen lapso de tiempo, aunque este puede variar según su grado de madurez y responsabilidad con el dinero o su comportamiento durante los últimos días, por ejemplo.

Muchos abuelos vinculan sus propinas a tareas y obligaciones que los nietos deben cumplir para recibir el dinero, como hacer los deberes o limpiar su habitación. Grave error, los niños deben aprender la importancia de esas acciones sin la ayuda de este tipo de premios. Además, si se gastan esa prima todo de golpe, no les des más pues deben ser consecuentes con sus actos.

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Verónica Mollejo

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