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¿Qué son las casas pasivas? ¿Merece la pena invertir en ellas?

Verónica Mollejo

Foto: Bigstockphoto

Sábado 12 de octubre de 2019

3 minutos

Este tipo de vivienda se caracteriza por utilizar los recursos naturales para obtener energía

Casas pasivas: ¿merece la pena invertir en ellas?
Verónica Mollejo

Foto: Bigstockphoto

Sábado 12 de octubre de 2019

3 minutos

¿Has oído hablar alguna vez de las casas pasivas? Es un tipo de vivienda cuya eficacia energética es muy superior a la de las construcciones convencionales, ya que recurre a la arquitectura bioclimática. A su vez, este concepto hace referencia a un diseño que consigue el máximo confort con el mínimo gasto energético. ¿Cómo? Aprovechando las condiciones climáticas del entorno, es decir, la luz natural de la que disfruta tu ubicación, el recorrido del Sol, las corrientes de aire, el clima predominante y, por supuesto, los materiales de construcción.

En este último punto, es fundamental tener en cuenta factores como el aislamiento térmico, pues un edificio mal aislado consume un 30% más de energía; la ventilación mecánica, que renueva constantemente el aire del interior; la filtración del aire para evitar la presencia de polvo o polen, o la instalación de unas ventanas de altas prestaciones, por ejemplo.

No obstante, a pesar de todas estas ventajas y el auge que ha experimentado su construcción, muy pocas personas se han atrevido a cambiar su antigua vivienda por una casa pasiva. La tendencia que triunfa ahora es invertir en este nuevo concepto que, seguramente, se convertirá en el modo de vida predominante del futuro. Pero, ¿merece la pena embarcarse ahora en esta aventura?

Casas pasivas

Una construcción más cara, pero con menos gastos

Tal y como asegura la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU @consumidores) en uno de sus informes, el diseño y la construcción de este tipo de viviendas supone un incremento del 10% con respecto a una casa convencional. No obstante, también es mucho más económica pues “nos ayudará a gastar de media un 75% menos de energía al año con respecto a una vivienda normal, por lo que a la larga nuestro bolsillo lo acabará agradeciendo”. Por ejemplo, las casas pasivas no requieren calefacción, uno de los gastos más acuciados, pues mantienen una temperatura constante durante todo el año.

Además, si quieres ahorrar algo de dinero antes de comenzar las obras, quizás debas adaptar el proyecto a tus necesidades, aprovechar al máximo el espacio disponible y valorar propuestas de energía renovable. “A la hora de evaluar el coste de la construcción de una vivienda pasiva, es importante tener en cuenta que cuanto mayor sea su tamaño, su coste (y mantenimiento) también lo será”, recomienda la OCU.

Esta entidad también cree que lo mejor es contar con varios presupuestos para escoger la empresa que tenga una relación calidad-precio más interesante. Sobre todo si tenemos en cuenta que la Directiva Europea pretende que en 2020 todos los edificios nuevos disfruten de un consumo de energía casi nulo. Quizás es el momento de aplicarlo también a tu futura vivienda.

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Verónica Mollejo

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