El truco finlandés para cocinar la carne picada y que quede perfecta

Risto Mikkola es un chef finlandés que ha revelado en una entrevista al medio finlandés Ilhalehti, un consejo práctico que cambiará la forma en la que cocinamos la carne picada. En concreto, el chef quiere evitar que sigamos cometiendo un error muy común que consiste en desmenuzar la carne nada más ponerla en la sartén. Este simple gesto hace que pierda sus jugos naturales y quede cocida en lugar de dorada.

Para evitarlo, lo que tenemos que hacer es colocar la carne tal cual en la sartén caliente y dejar que los bordes se sellen y se doren antes de comenzar a removerla. De esta manera, se conserva la humedad, se potencia el sabor y se logra una textura mucho más tierna y jugosa.

Este consejo se puede aplicar tanto en recetas rápidas como un sofrito, como en elaboraciones más completas, por ejemplo albóndigas, lasañas o rellenos. En todos los casos, el resultado es una carne más sabrosa y con un mejor acabado.

Receta de albóndigas en salsa de tomate

El chef propone poner en práctica este truco preparando unas albóndigas caseras acompañadas de una salsa de tomate.

Ingredientes

• 500 g de carne picada de ternera

• 500 g de tomate triturado

• 1 cebolla

• 1 pimiento rojo

• 1 puerro

• 2 dientes de ajo

• 1 huevo

• Pan rallado

• Aceite de oliva virgen extra

• Especias al gusto: comino, curry, orégano, pimienta, sal

• Un toque de azúcar

• Salsa de soja (opcional)

Paso a paso

1. Preparar la salsa de tomate cocinando a fuego lento el tomate triturado con orégano, sal, pimienta y una pizca de azúcar durante unos 30 minutos.

2. Mientras, picar finamente la cebolla, el pimiento, el puerro y los ajos, y mezclarlos con la carne picada.

3. Añadir el huevo, pan rallado y las especias al gusto. Amasar hasta obtener una mezcla homogénea.

4. Formar las albóndigas y colocarlas en la sartén caliente. Aquí es donde entra en juego el truco: no romperlas ni manipularlas de inmediato, sino dejarlas que se sellen por ambos lados.

5. Cuando estén doradas, incorporarlas a la salsa de tomate y cocinar a fuego bajo durante unos 20 minutos.

El resultado son unas albóndigas tiernas, jugosas y con un sabor intenso gracias a que la carne mantiene sus jugos internos. Una técnica sencilla que demuestra cómo un pequeño cambio en la forma de cocinar puede transformar por completo un plato.