David Vargas
Salud
Cinco alimentos con fama de saludables que deberías evitar
Algunos productos con la etiqueta de ‘light’ o de 0% no ayudan a tener una dieta saludable
En todos los supermercados nos encontramos con productos que tienen fama de ser muy saludables y que además están buenos. Nos referimos a esos alimentos envasados con la etiqueta de light o de 0% que nos llaman la atención por su aspecto apetecible y sano. Pero, en realidad, debemos saber que esos productos sencillamente tienen menos calorías y grasas que su homólogo original, pero en ningún caso significa que sean recomendables para una dieta rica y variada, todo lo contrario. En algunos casos, incluso, pueden ser perjudiciales para nuestra flora intestinal. Veamos algunos ejemplos.
Barritas de cereales
Hay que tener cuidado con estos productos pretendidamente saludables, ya que, si leemos el envase, veremos que están elaborados con harinas refinadas. Además, contienen edulcorantes, sal, azúcar y aditivos, por lo que su valor nutricional es bastante escaso. Como sustitutivo, tenemos alimentos mucho más interesantes como los frutos secos o la fruta.
Tortitas de arroz o maíz
Últimamente se han puesto muy de moda estas tortitas como snack para picar entre horas. Tanto es así que ya han salido de diferentes sabores, algunos de ellos muy sofisticados. No debemos llamarnos a engaño: al igual que las barritas de cereales, no son bajas en calorías ni sanas. Se elaboran con cereales refinados y otras sustancias que provocan que consumamos más, por lo que acabamos ingiriendo un mayor número de calorías. Se publicitan como saciantes, pero el efecto que provocan es justamente el contrario.
Lonchas de pavo envasadas
La pechuga de pavo que encontramos en los estantes de la mayoría de los supermercados es un producto procesado, es decir, de consumo ocasional, por lo que debería quedar fuera de nuestra dieta diaria. Las vemos envasadas con etiquetas como “bajo en grasas”, “ligeras”, “finas lonchas”… Todo está pensado para provocar el impulso de compra y hacernos sentir que estamos comiendo equilibradamente. Pero al mirar el envase, comprobamos que en muchos casos solo hay un 60% de pavo. ¿Y el resto qué es? Pues azúcar, sal y proteínas que son más baratas. Están buenas, sí, pero no son todo lo saludables que cabría pensar. En cualquier caso, cuanto mayor porcentaje de pavo tenga, mucho mejor, obviamente.
Zumos naturales
¡Qué bueno que está el zumo de naranja natural, recién exprimido! El problema es que la fruta, tan saludable ella, hay que comerla entera. Al exprimirla, lo que hacemos es generar azúcares libres que nuestro sistema digestivo absorbe de forma muy rápida y en mayor cantidad (¿cuántas naranjas exprimimos para obtener un zumo? ¿Cuántas nos comeríamos como piezas enteras?). El alto consumo de azúcar ingerido al beber estos zumos puede provocar problemas de obesidad, caries y diabetes. La fruta es muy sana, pero la mejor forma de comerla es entera, ya que conserva todos sus nutrientes intactos.
Galletas y panes integrales
De nuevo el envase nos vuelve a engañar: no todas estas galletas y panes son todo lo integrales que deberían ser. Es cierto que aportan mayor cantidad de fibra a nuestra dieta que los elaborados con harina refinada o blanca, pero eso no quiere decir que no engorden. Muchos de estos productos, sobre todo los envasados, contienen azúcares. Y eso de que el pan integral engorda menos que el pan blanco también es un mito. Engorda lo mismo, pues la cantidad de calorías es similar; lo que pasa es que contiene más fibra y nos sacia antes. Ese es el motivo por el que suele recomendarse en dietas hipocalóricas.