Masajeadores electrónicos que los mayores pueden usar para aliviar molestias o relajarse

Una mala postura al dormir, una sobrecarga por estar mucho rato en una misma posición, una situación de agotamiento físico o mental o un esfuerzo a la hora de hacer deporte puede que nos haya causado el dolor de cuello o espalda que ahora sufrimos.

Cuando estas molestias aparecen, siempre que no sean de tal importancia que debamos acudir al médico o al fisioterapeuta para que nos den el tratamiento más adecuado, podemos echar mano de un masajeador eléctrico. Un aparato que puede servir a las personas mayores a la hora de relajar esa parte de la musculatura y destensar la zona para aliviar esas leves molestias. 

Eso sí, en cualquier caso, sigue las instrucciones de uso para que no haya problema alguno y contacta con la empresa fabricante o con el establecimiento donde lo hayas comprado si el producto está defectuoso o puede suponer algún tipo de riesgo. 

Para cuello y hombros

Si te duele la zona de la nuca y el cuello, existen masajeadores eléctricos que imitan la forma de una bufanda y que te colocas de tal manera que se sujeta en los antebrazos para relajar también esta zona del cuerpo. Gracias a su sistema puedes elegir hasta 8 funciones de masaje e incluso añadir la opción de calor para que el momento resulte más placentero. 

Su principal uso es para la parte superior de la espalda, pero su versatilidad y ergonomía hacen que pueda emplearse en el caso de las lumbares o si sientes las piernas cansadas.  

Con un fin similar, pero con una sensación más localizada, los cojines con infrarrojos actúan de una manera más intensa, de ahí que lo más recomendable sea no usarlo más de 20 minutos.

Una función de apagado automático, al cabo de ese tiempo, evita que te puedas despistar y no lo apagues cuando corresponda; además de controlar que no se caliente demasiado por ese uso prolongado. Un pequeño aparato que resulta eficaz para relajar la zona de la espalda, los hombros e incluso la zona posterior de las piernas donde se acumula mucha tensión al final del día. 

Con mayor radio de acción, las personas mayores pueden encontrar en el mercado un asiento de masaje para relajar y aliviar las molestias de todo el cuerpo. Este tipo de aparatos funcionan con varias intensidades, además de opción de calor, para poder ajustarse a las necesidades de cada persona. Y se puede adaptar a cualquier sillón o sofá para estar más cómodo. 

Si tu problema está en los pies

Esta función de masaje también resulta muy eficaz cuando tenemos los pies cansados y necesitamos una ayuda extra para relajar esta zona del cuerpo que soporta nuestro peso y que no para en todo el día. En este caso te puedes hacer con un aparato que ayuda a liberar la carga que tienen estas extremidades al llegar la noche.

Ayuda a mejorar la circulación de las plantas de los pies con un sistema de calor por infrarrojos y unos cabezales rotatorios que emulan los movimientos de una sesión de reflexología.