El concepto no admite duda. Se trata de una técnica que combina los ejercicios del pilates con la fisioterapia. Una estupenda formar de mejorar nuestra salud y ganar en equilibrio corporal gracias a los beneficios que suman ambas disciplinas. Así, estos movimientos se basan en el método pilates, pero se hacen contando con el apoyo y asesoramiento de un fisioterapeuta que marca las pautas adecuadas para las necesidades de cada persona. Y sin perder de vista una respiración consciente a la hora de acompañar esas posturas.
De esta manera, con estas sesiones de fisiopilates los pacientes con ciertas patologías a nivel corporal notan cómo se va recuperando poco a poco su movilidad, mejora su fuerza muscular y se restablece la funcionalidad de su anatomía. Esto último es especialmente importante cuando hablamos de personas mayores ya que supone un punto positivo a la hora de prevenir caídas y atenuar los episodios de dolor asociados a su musculatura o articulaciones. Y todo ello se hace en un clima que favorece la conexión entre el cuerpo y la mente, algo que invita a la reflexión y a la relajación.
Si quieres practicar alguna rutina de fisiopilates te adelantamos algunos de sus movimientos. Comenzamos: