Salud

Hipotermia en personas mayores: causas, principales síntomas y tratamientos

Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Lunes 6 de enero de 2020

6 minutos

Esta bajada de la temperatura corporal viene acompañada de adormecimiento, temblores o taquicardia

La hipotermia en las personas mayores: causas y síntomas
Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Lunes 6 de enero de 2020

6 minutos

Para hablar de la hipotermia tenemos que trasladarnos a la época de la Antigua Grecia, ya que de las palabras griegas hypos y thermos (debajo y calor, respectivamente) viene esta enfermedad que se caracteriza por un descenso de la temperatura de nuestro cuerpo por debajo de los 36ºC, que es cuando se considera normal.

¿Cómo se produce la hipotermia?

En la mayoría de los casos, esta situación se da cuando estamos durante mucho tiempo expuestos a un ambiente demasiado frío que, además, empeora si a esto se le añade viento y humedad. Esto se traduce, en dificultades a la hora de expresarnos, una especie de letargo y estamos como adormilados, la mente está confundida y empiezan los temblores por todo el cuerpo.

Como explican desde la Sociedad Española de Medicina Interna (@Sociedad_SEMI), si la situación empeora y esos grados siguen bajando en el interior de nuestro organismo, es cuando aparece la desorientación, baja nuestra tensión arterial, las pupilas se dilatan, hay un delirio, sufres taquicardias, se produce una pérdida de la memoria o incluso podemos quedarnos inconscientes. Algo especialmente grave en las personas mayores que tienen patologías previas añadidas. 

Y es que este colectivo es uno de los grupos de riesgo en estas situaciones, ya que a medida que tenemos más años, la capacidad del cuerpo para regular la temperatura corporal y sentir frío se pueden ir reduciendo. Y eso se puede sumar a personas que no pueden comunicar que no se encuentran bien o que sienten demasiado frío.

La hipotermia en las personas mayores: las causas, los principales síntomas, remedios o tratamientos

Otros factores de riesgo son la fatiga, que hace que tengamos menos tolerancia a las bajas temperaturas; los casos de enfermedad mental, que hace que los pacientes desconozcan la importancia de abrigarse bien en los meses de invierno; o si se padece una demencia que puede hacer que el individuo se pierda y pase mucho tiempo fuera de casa a la intemperie. Incluso puede darse que esa exposición prolongada a un ambiente helador se produzca dentro de casa cuando los mayores viven solos y sin calefacción o con un deterioro mental o físico que les impide hacer uso de ella.

Además, en el caso de los mayores, ciertas patologías o los efectos secundarios de algunos medicamentos pueden agravar una situación de hipotermia. Así sucede cuando esa persona no está lo suficientemente nutrida (es importante que la alimentación sea rica en vitaminas, minerales y proteínas para aumentar la masa muscular), sufre diabetes, tiene un cuadro grave de artritis, lesiones en la médula espinal o padece párkinson.

En el caso de los fármacos, algunos pueden cambiar la capacidad del cuerpo para regular y normalizar la temperatura interior como, por ejemplo, ciertos antidepresivos o sedantes. 

Sin embargo, no son los únicos condicionantes que agravan esa afección de la salud, también puede darse una realidad parecida en casos en los que falla la función de la glándula tiroidea, hipotiroidismo, cuando el paciente sufre de alcoholismo o bien presenta un abuso continuado y desmedido de drogas.

La hipotermia en las personas mayores: las causas, los principales síntomas, remedios o tratamientos

¿Qué hacer en estos casos?

Puede que te veas en la situación de encontrarte junto a una persona que está sufriendo un grado de hipotermia. Por eso, nunca viene mal que recuerdes algunas de estas recomendaciones: 

  • Si esa persona se encuentra a la intemperie llévala suavemente a un sitio cerrado (casa o coche, por ejemplo) y donde uno se pueda resguardar del viento. No la dejes encima de un suelo frío y protege sobre todo la zona del cuello y la cabeza para que no sienta más frío.
  • Muévela cuidadosamente, ya que los movimientos bruscos pueden hacer que se desencadenen latidos del corazón irregulares que pueden ser peligrosos. 
  • Si notas que tiene la ropa mojada, es esencial que se la quites y le pongas prendas secas, mantas o abrigos que puedan ir calmando el frío en el cuerpo. 
  • No se le puede aplicar calor de forma brusca. Lo más adecuado es hacerlo de forma gradual con ese cambio de ropa, aplicando compresas cálidas (nunca mojadas) por todo el cuerpo o bolsas de agua caliente envueltas en toallas. Así, poco a poco el organismo irá sumando grados. Céntrate en la zona del cuello, el pecho o las ingles y no te detengas en brazos y piernas; y mucho menos intentes frotarlas de forma violenta. 
  • Si no presenta heridas u otro tipo de problemas de salud como consecuencia de un accidente, tampoco viene mal darle una bebida caliente, pero nada de alcohol.
  • Háblale y mantén a esa persona consciente para evitar que pueda dormirse.

Si es tu caso, lo mejor es que evites esa exposición prolongada a las temperaturas gélidas, estés hidratado, hayas comido algo y no fumes ni bebas. Si notas que no mejora y empiezas a sufrir los síntomas antes descritos, acude a un centro médico para que puedan evaluarte y aplicar el tratamiento adecuado en estos casos.

Eso sí, siempre es necesario acudir finalmente a un centro hospitalario, ya que puede quedar como una simple "anécdota" o empeorar hasta el fallecimiento y la llegada de una muerte dulce.

Sobre el autor:

Victoria Herrero

… saber más sobre el autor