Nuestra piel es un órgano vivo que experimenta cambios en las distintas etapas de la vida. La aparición de manchas cutáneas es uno de los rasgos a los que, como recuerda la Asociación Española Contra el Cáncer (@aecc_es), siempre hay que prestar la debida atención, simplemente como medida de precaución, pues conviene recordar que existen distintos tipos de manchas, aunque la mayoría no suponen ningún peligro o aviso de enfermedad.
El origen de las manchas en la piel es diverso. La Fundación Piel Sana (@pielsana_aedv) señala la existencia de alteraciones en la pigmentación provocadas por causas muy distintas, estableciendo una primera clasificación en la que se exceptúan las manchas de nacimiento que, si no experimentan ningún cambio a lo largo de la vida, no tienen mayor importancia. Además de estas, también pueden aparecer:
A la hora de hablar de manchas derivadas de la edad o del propio envejecimiento cutáneo, es importante diferenciar entre aquellas que son consecuencia de antiguas exposiciones solares, las que surgen de manera repentina o muestran variaciones, y aquellas que pueden tener un origen diverso y que conviene averiguar para evitar que sigan apareciendo.
Sobre este último caso hay que recordar que algunos medicamentos pueden tener este efecto no deseado, algo que habrá que comunicar al especialista. También debes tener cuidado con algunas sustancias que, al contacto, pueden provocar manchas. Por ejemplo, el limón o el agua oxigenada.
En cuanto a la posibilidad de eliminar de tu rostro esas alteraciones en la pigmentación, existen distintos tratamientos estéticos realmente efectivos, como el lifting, la dermoabrasión o las técnicas láser; a los que puedes recurrir siempre tras una consulta médica previa que confirme el origen de las manchas.