Las enfermedades cardiovasculares son aquellas que afectan no solo al funcionamiento del corazón, sino también a los vasos sanguíneos. Cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca, arritmias, fibrilación auricular, infarto o cardiopatías congénitas son solo algunas de ellas y cualquier personas que pueda padecerlas debe extremar las precauciones frente a la actual epidemia.
Desde el Ministerio de Sanidad (@sanidadgob) insisten en la importancia de seguir, de manera estricta, las medidas preventivas que ayuden a evitar el contagio, especialmente el imprescindible confinamiento en casa. En este sentido, también la Sociedad Española de Cardiología (SEC @secadiologia) y la Fundación Española del Corazón (@cuidarcorazon) recalcan la necesidad de limitar la exposición social, salvo causas de fuerza mayor, en aquellos pacientes que presenten riesgo cardiovascular.
Las medidas de precaución, a la hora de evitar el contagio, son esenciales en el caso de las personas mayores de 65 años que padecen alguna enfermedad debilitante previa, como la enfermedad coronaria, la insuficiencia cardiaca y respiratoria, la hipertensión arterial o la diabetes.
Hay que insistir en que los pacientes que sufren estas patologías no presentan un mayor riesgo de contraer la infección, pero las consecuencias de la misma sí podrían complicar la evolución de algunas de ellas y el cuadro clínico de la enfermedad cardiaca, en aquellos casos en los que el sistema inmune pudiese presentar una respuesta deficitaria.
El Dr. Juan Cosín, presidente de la Asociación de Cardiología Clínica de la SEC explica que “cualquier infección, también la causada por el COVID -19, produce una sobrecarga para el corazón”. El especialista señala que en enfermedades previas, como puede ser la insuficiencia cardiaca, la infección podría empeorar el funcionamiento del corazón algo que, además, podría desencadenar una congestión, es decir, una acumulación de líquido en los pulmones, incrementando las probabilidades de complicaciones.
Por otra parte, la infección por coronavirus también podría provocar un “daño directo infeccioso/inflamatorio sobre el músculo cardiaco”, lo que en términos médicos se denomina miocarditis.
Seguir las indicaciones señaladas por las autoridades sanitarias y poner en práctica todas las medidas de prevención, con especial hincapié en la higiene de las manos, sigue siendo esencial para combatir la pandemia. Además la SEC y la Fundación Española del Corazón recuerdan una serie de recomendaciones básicas frente al Covid -19 para pacientes con fibrilación auricular:
En general, ante esta enfermedad o cualquier otra cardiopatía o síndrome coronario es básico seguir las indicaciones dadas por el especialista en cada caso, consultando con el médico cualquier cambio en el tratamiento farmacológico y no farmacológico.
También, ante la situación actual, para prevenir al máximo un contagio por coronavirus es importante acudir a urgencias solo en caso imprescindible, cuando se presenten síntomas graves. En pacientes con síndrome coronario, como el que pueden presentar personas que han sufrido un infarto de miocardio o una angina de pecho, o que se han sometido a una revascularización percutánea o quirúrgica, deben llamar al 112 para recibir atención urgente en caso de presentar dolor torácico o cualquier otro síntoma que pudiera suponer un signo de alarma, exactamente igual que debían hacer antes de declararse la pandemia.