Cuidado con abusar de los protectores de estómago

Los productos más conocidos y empleados como antiácidos son el bicarbonato de sodio, el carbonato de calcio, el hidróxido de aluminio y el hidróxido de magnesio. Son sustancias que tienen la capacidad de neutralizar o bloquear los ácidos producidos por las células del estómago, de forma que ayudan a tratar trastornos asociados a la acidez gástrica, como los síntomas por gastritis, úlceras o una mala digestión. En cambio, los protectores de estómago actúan reduciendo la producción de ácido en el estómago, mientras los antiácidos lo contrarrestan. 

Las sustancias que actúan disminuyendo la producción de ácido en el estómago, en lugar de bloquearlo cuando ya se ha formado, son los llamados inhibidores de bomba de protones, indicados para tratar afecciones y lesiones de la mucosa gástrica, ya que reducen la cantidad de ácido clorhídrico que se genera en el estómago modificando su comportamiento. El omeprazol sin receta médica se usa para tratar la acidez frecuente, que ocurre al menos 2 o más días a la semana, y también pertenece a los medicamentos llamados inhibidores de la bomba de protones, porque disminuye la cantidad de ácido que se produce en el estómago. Su consumo se ha multiplicado en los últimos años, sobre todo entre las personas de edades más avanzadas, ante la idea errónea de que tomando este tipo de medicamentos pueden evitar las molestias digestivas tras las comidas. 

Según un trabajo elaborado por la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), el consumo de omeprazol en España es alto, en comparación con el resto de Europa:  85 personas de cada 1.000 están tomando un diariamente un omeoprazol en España, mientras que en Noruega son solo 30 de cada 1.000 y 27 de cada 1.000, en Italia. En este sentido, la SEPD subraya la necesidad de utilizar los bloqueadores de bombas de protones solo cuando estén indicados, a la dosis mínima eficaz y siempre bajo prescripción facultativa. 

Proteger nuestra flora intestinal

La flora intestinal, llamada microbiota, tiene mucha importancia en nuestra salud puesto que en ella radica buena parte de nuestro sistema de defensas. Y según un estudio elaborado por la Universidad de Groningen, en Holanda, los inhibidores de la bomba de protones alteran la composición de la microbiota, hasta en un 20%. Además, la secreción ácida intenstinal es un mecansimo de defensa frente a infecciones porque el ácido gástrico destruye bacterias, virus y otros gérmenes presentes en los alimentos. Cuando la suprimimos también perdemos uno de nuestros mecanismos de defensa.

Dado que la microbiota intestinal puede, según su composición, aumentar o disminuir el riesgo de infecciones, este estudio investigó el efecto del uso de inhibidores de la bomba de protones en la microbiota intestinal, descubriendo profundas diferencias en la microbiota intestinal de las personas que toman omeoprazol: el 20% de bacterias se alteraron de manera significativa en comparación con las personas que no lo toman. Además, también los antibióticos, antidepresivos, estatinas y otros medicamentos de uso común se asociaron con distintas alteraciones de la microbiota intestinal para resistir las infecciones.