Llorar es una de las expresiones emocionales que más connotaciones negativas tiene. Pese a que los expertos en psicología insisten en que no se deben reprimir las emociones, el hecho de derramar lágrimas por este motivo se asocia a un signo de debilidad. Sin embargo, los psicólogos aseguran que esta creencia es errónea y que el llanto aporta beneficios desde un punto de vista psicológico y mental.
No hay que pedir perdón por llorar, ni sentirse avergonzado o reprimirse. Al contrario, es una excelente forma de expresar lo que se siente en un momento determinado, aseguran los especialistas. La presión social que hay entorno a las lágrimas emocionales hace que muchas personas se cohiban, y no se están dando cuenta que al final se están perjudicando.
El bioquímico nortemericano William H. Frey, ha demostrado que cuando lloramos por un motivo personal o ajeno, expulsamos cloruro de potasio y manganeso, endorfinas, prolactina, adenocorticotropina y leucina-encefalina. Estas hormonas están relacionadas con el estrés, además el llanto ayuda a regular la respiración y a normalizar el pulso, provocando un efecto relajante.
Se considera que estas lágrimas son como un analgésico natural, ya que ayudan a aliviar ese profundo dolor que sentimos, y que a la vez nos hace estar tristes. Sin embargo, es por eso precisamente que necesitamos una descarga emocional, que nos permita sentir mejor.
Los principales beneficios de llorar son los siguientes: