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El pénfigo, una enfermedad de la piel que afecta a personas de mediana edad y mayores

Teresa Rey

Foto: Bigstock

Martes 7 de enero de 2020

6 minutos

Consiste en un trastorno en el que el sistema inmune ataca a las células sanas de la epidermis

El pénfigo, una enfermedad de la piel que afecta a personas de mediana edad y mayores
Teresa Rey

Foto: Bigstock

Martes 7 de enero de 2020

6 minutos

El pénfigo es una enfermedad relacionada con el sistema inmunitario y la piel. De hecho, se produce porque este sistema de defensa del organismo se descontrola y ataca a las células sanas ubicadas en la capa más superficial de la piel: la epidermis. Como consecuencia se forman ampollas que a veces aparecen en la boca, otras en la nariz, garganta, ojos y genitales. Puede darse a cualquier edad, pero sobre todo afecta a personas de mediana edad o mayores. Se da indistintamente en hombres y mujeres.

Sus tipos y la gravedad

Suele convertirse en un trastorno de larga duración transformándose en crónico, y dependiendo del tipo reviste más o menos gravedad. Los tipos de pénfigo están relacionados con el lugar donde surgen las ampollas. Los dos más comunes son el pénfigo vulgar y el foliáceo. El vulgar suele aparecer en la boca, y luego puede distribuirse por la cara y las mucosas genitales. Las ampollas son dolorosas pero no causan picazón y tampoco dejan cicatrices, no obstante las de la boca provocan en ocasiones dificultad para tragar o hacer las ingestas con normalidad.

En el pénfigo foliáceo las llagas surgen normalmente en cara y cuero cabelludo, nunca en la boca, para a continuación propagarse por pecho, espalda y hombros. Estas no son dolorosas, pero sí causan prurito. La piel se muestra escamosa o con costras húmedas que se caen con facilidad.

Hay más clases de pénfigo, pero son menos comunes. El vegetante se caracteriza porque las lesiones surgen en la ingle y las axilas. También está el pénfigo IgA, que se origina por tener un anticuerpo con este nombre. Se parece al foliáceo y a veces las ampollas contienen pus.

El más raro de todos ellos es el paraneoplástico, y para constatar su diagnóstico se deben hacer pruebas específicas. Suele darse en personas con determinados tipos de cáncer y ocasiona llagas dolorosas en la boca y los labios, cortaduras y cicatrices en el recubrimiento de los ojos y los párpados, ampollas en la piel, problemas importantes de los pulmones.

El penfigoide  o pénfigo ampolloso es un trastorno parecido, pero no es igual de modo que no hay que confundirlos. Este ocasiona ampollas tan profundas que es muy difícil reventarlas. Esta patología sí es más común en las personas mayores y si no se trata bien puede llegar a ser mortal.

Pénfigo

Síntomas y causas

El principal síntoma de este trastorno es la aparición de membranas mucosas y de ampollas en distintas zonas del cuerpo. Estas se caracterizan porque se rompe fácilmente y dan lugar a secreciones que si no se cuidan se infectan.

Cuando el sistema inmunitario presenta un déficit en su funcionamiento ataca a las células sanas, en lugar de proteger al organismo de virus y bacterias. En este caso en concreto las células agredidas son las de la piel y las membranas de las mucosas. Esto ocasiona una separación de las células de la epidermis y la acumulación de líquido entre las distintas capas. Así surgen las ampollas, que buscan proteger esas áreas de la piel dañadas.

Las causas que dan lugar a esta alteración y consiguiente ataque son desconocidas. No se cree que haya un motivo hereditario y tampoco se contagia. Sí se piensa que algunas personas poseen ciertos genes que los hacen más propensos a sufrirlo.

Diagnóstico temprano

Los expertos indican que es vital hacer un diagnóstico temprano, de modo que si se tienen ampollas durante mucho tiempo en la boca o la piel que además no cicatrizan, se ha de consultar cuanto antes al médico. No es una enfermedad común de modo que seguramente nos sometan a pruebas diversas antes de determinar si estamos ante este problema de salud. No hay una en específico que sea clave, por lo que probablemente sea necesario realizar una biopsia de la ampollas y analizarlas en el laboratorio.

Además, se efectuarán otro tipo de exámenes. Incluso a veces se tiene que administrar un químico en la piel para establecer ante qué tipo de pénfigo nos encontramos. Seguramente todo se complemente con análisis de sangre y nuestra historia clínica o incluso una endoscopia para ver si hay alteraciones en la garganta.

Esta enfermedad puede ir acompañada en ocasiones de complicaciones como infecciones de la piel, sepsis o problemas de nutrición al no poder tragar bien si se tienen llagas e la boca, entre otras.

Manchas en la piel

Tratamiento

El tratamiento es principalmente farmacológico. Primero se tratará de eliminar las ampollas. Y según la gravedad se puede aplicar una solución u otra. En los casos muy leves simplemente puede bastar una crema con corticoesteroides o a veces la terapia tiene que ser oral. Otras opciones son medicamentos inmunosupresores ahorradores de esteroides, cuyos efectos secundarios son elevados, pero esto es algo que debe indicarnos el médico que además es quien determinará cuál es la opción adecuada en nuestro caso.  

Una vez controlado se puede convivir con este trastorno aunque es posible experimentar pérdida de peso, trastorno del sueño o estrés por presentar la piel alterada. Por ello, es muy importante seguir las indicaciones de los profesionales de la salud para curar las heridas, y del dentista para mantener una higiene bucodental correcta ya que puede resultar complicado lavarse los dientes en estas condiciones.

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Teresa Rey

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