Preguntas

Las principales dudas sobre qué deben hacer los mayores ante una ola de frío

Teresa Rey

Foto: Bigstock

Martes 12 de noviembre de 2019

6 minutos

En casa hay que vigilar la calefacción y al salir a la calle ir bien abrigados con varias capas

Las principales dudas sobre qué deben hacer los mayores ante una ola de frío
Teresa Rey

Foto: Bigstock

Martes 12 de noviembre de 2019

6 minutos

Cuando la Agencia Estatal de Meteorología alerta sobre la llegada de una ola de frío polar, debemos adoptar unas precauciones para afrontarla. Los mayores y los niños resultan más vulnerables a los extremos meteorológicos, por lo que son quienes tienen que estar más atentos a las recomendaciones de los expertos. En España, en general, la población no está acostumbrada al frío polar y esto genera que a veces no tengamos la suficiente preparación para afrontarlo. Por ello es normal que surjan algunas dudas sobre qué hacer en estas situaciones. Respondemos a algunas de ellas a continuación.

¿Puedo salir de casa?

Todo depende. No se trata de estar recluido entre las cuatro paredes de casa, en especial si la ola de frío se prolonga durante varios días. Probablemente tengamos que salir a comprar, realizar gestiones o tal vez ir al médico o a hacer esas actividades que efectuamos a lo largo de la semana. Si no es necesario no hay que posponerlas. Lo que se aconseja es salir siempre cuando haya suficiente luz, mejor por la mañana antes que a media tarde cuando en invierno anochece antes.

Las placas de hielo que se forman en la calle son el elemento más peligroso que nos podemos encontrar en el camino porque propician los resbalones y las caídas. A media mañana probablemente ya se hayan derretido, por eso es mejor esperar. Aun así deberemos ponernos un calzado adecuado, que nos proporcione seguridad al caminar para prevenir estos contratiempos. De igual modo, si lo creemos conveniente podemos usar un bastón que nos dé más estabilidad. Y si lo consideramos necesario siempre cabe la posibilidad de pedir a alguien que nos acompañe.

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¿Debo abrigarme mucho?

Al salir a la calle si hace un frío intenso hemos de procurar ir bien preparados. Lo más importante es proteger cuello, cabeza, manos y pies. Son las zonas más susceptibles al frío. De modo que en nuestro indumentaria invernal no deben faltar gorros, bufandas, guantes y calcetines gruesos. Siempre se aconseja usar varias capas de ropas porque son más efectivas que emplear una o dos prendas gruesas. De este modo se retiene más el calor. Hay prendas interiores de invierno térmicas que pueden ponerse en primer lugar y luego se trata de ir completando el vestuario con un par de piezas.

Esta fórmula de las capas es idónea cuando tras llegar del exterior se entra en lugares donde la calefacción está muy alta. Estos contrastes de temperaturas no son nada recomendables porque favorecen la proliferación de virus en nuestro organismo. Por lo tanto, en estos casos cuando acudamos a un sitio que esté muy caldeado o incluso en el transporte público o el coche, es recomendable que nos quitemos por lo menos el abrigo, ya que de lo contrario al salir de nuevo a la calle y haber acostumbrado nuestro cuerpo al calor podemos sentir más frío del normal.

¿Cómo tengo que usar la calefacción?

La calefacción en casa no debe estar excesivamente alta por el mismo motivo indicado en el punto anterior. Si nuestro cuerpo se acostumbra a un calor extremo cuando salgamos será más complejo que se adapte al tiempo que hace en la calle. Además, si la ponemos muy alta el ambiente se seca y puede afectar a las mucosas propiciando que si tenemos algún problema respiratorio sus síntomas se incrementen.

Por lo tanto, calor moderado y siempre con los aparatos en buen estado. Revísalos antes de usarlos, no los coloques demasiado cerca de objetos inflamables (al menor deja un metro de distancia), y después de utilizarlos hay que apagarlos correctamente. Si son de gas debes aumentar las medidas de precaución para evitar posibles escapes.

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¿Qué es recomendable comer?

En invierno es recomendable variar ligeramente la alimentación en introducir platos calientes que en otras épocas descartamos. Las sopas, purés y cremas calientes o incluso las infusiones son una excelente alternativa para entrar en calor. Ahora bien, no hay que ingerirlos ardiendo, ya que aparte de quemarnos no es recomendable por ejemplo si tenemos reflujo gastroesofágico, pues un calor extremo en el estómago ingerido de este modo lo puede favorecer.

Al mismo tiempo se recomiendan en general comidas protéticas e hidratos de carbono, ya que ambas sustancias ayudan a mantener el calor corporal con mayor facilidad en las personas mayores.

¿Qué hago para evitar el sedentarismo?

Durante las olas de frío o en general en el periodo invernal, apetece mucho apalancarse en casa, sentarse en el sofá con una manta por encima y ver la televisión o simplemente leer un libro. Ambas son actividades placenteras que no hay que dejar de hacer si nos gustan, pero es aconsejable complementarlas con otras que nos estimulen a movernos. Si durante unos días no podemos salir, siempre podemos intentar movernos en el hogar. Las mismas tareas domésticas ya suponen cierto movimiento, por lo que se pueden aprovechar para entrar por ejemplo en calor y así dejamos la casa lista.

Otra posibilidad es que establezcamos una rutina de ejercicios para hacer dentro de casa, precisamente para cuando se den estas circunstancias. De este modo, evitaremos el anquilosamiento de las articulaciones y contribuiremos a que nos sintamos mejor en general. En el momento que sea posible, es aconsejable retomar de nuevo las actividades que nos alejen del sedentarismo y de aptitudes pasivas nada buenas para mantener unas condiciones óptimas de salud.

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Teresa Rey

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